Muchas empresas suelen tener negocios con un elevado índice de estacionalidad. Es decir, que mantienen picos altos de trabajo en los que necesitan uno o varios vehículos, algo que no permanece estable a lo largo de todo el año. O particulares que necesitan un vehículo solo durante unos meses al llegar, por ejemplo, a un destino laboral nuevo. El renting flexible se convierte entonces en una solución.
El renting flexible es una modalidad de acceso al coche en el que no existe una vinculación fija en plazo o kilómetros. Es decir, da al usuario la posibilidad de usar el vehículo que elija solo por el tiempo que necesita, con la posibilidad de cancelar el contrato y devolver el coche en cualquier instante sin recibir por ello una penalización.
Así, frente a los contratos tradicionales, que establecen periodos de permanencia que oscilan habitualmente entre los 36 y los 48 meses, el usuario de un renting flexible solo abona la cuota del vehículo cuando lo necesita, pudiendo devolverlo cuando no sea así. Además, como las necesidades del usuario o de la empresa que recurre a esta modalidad también cambian rápidamente, es posible solicitar un cambio de vehículo a uno de un segmento distinto (por ejemplo, devolver un turismo y cambiarlo por un comercial ligero) de forma prácticamente inmediata.
A diferencia del alquiler tradicional del coche, el renting flexible aporta multitud de servicios al usuario, como las modalidades habituales. Así, la empresa con la que se firma el contrato es responsable de contratar y administrar el seguro del vehículo (habitualmente, a todo riesgo con o sin franquicia), de abonar los impuestos municipales, de llevar a cabo el mantenimiento mecánico del vehículo, cambiar los neumáticos cuando es necesario o responder a las averías que puedan aparecer durante la cesión del coche.
Muchas empresas de renting, además, ofrecen la posibilidad de personalizar el vehículo que se obtiene para satisfacer cualquier posible necesidad del cliente. Por ejemplo, se ofrece la opción de rotular los vehículos, instalar estanterías interiores o cierres de seguridad, colocar panelados en el caso de los vehículos comerciales, etc.
Al igual que ocurre con cualquier otra modalidad de acceso al coche, en el caso del renting flexible es conveniente tener en cuenta varias ofertas distintas y elegir la que más se amolda a las necesidades del momento.