Cómo reparar los parachoques de plástico de un 4×4

La tecnología nos ofrece soluciones que resuelven graves problemas, pero en ocasiones nos deja otros nuevos. Los parachoques de plástico son más ligeros, atractivos, aerodinámicos y seguros para los peatones, pero también más frágiles. No obstante, sus desperfectos tienen arreglo.


Atrás quedó la época de las gruesas defensas y los parachoques metálicos. Las normas de protección de peatones y conductores en caso de accidente y los costes de producción nos llevan al uso de parachoques capaces de absorber energía, fabricados con materiales baratos y fáciles de manipular. Esta medida deja a los usuarios de los TT fuera del asfalto con un problema añadido: la fragilidad de los componentes. Sujetos con tornillería de reducidas dimensiones y un sinfín de pequeños corchetes o remaches de plástico, su fragilidad se pone rápidamente de manifiesto a poco que se complique nuestra travesía. El problema cobra vida cuando llega el momento de reponerlos y debemos acudir al concesionario para sustituirlos. Es cierto que la mano de obra la podemos abordar nosotros mismos, dada la baja complejidad de su montaje, pero el coste del elemento a sustituir es elevado.

Una vez deteriorado, y teniendo en cuenta que en nuestra próxima ruta nos puede pasar lo mismo, no es mala idea aprender a reparar nuestro propio parachoques. En un taller de chapa y pintura pueden regenerar cualquier parachoques de plástico mediante diversas técnicas, que van desde la aplicación de productos químicos que aportan capas de material hasta la regeneración mediante soldadura térmica. De una forma mucho más sencilla, nosotros mismos podemos reutilizar nuestro parachoques abollado o incluso roto. El primer paso para proceder a su regeneración parcial, consiste en desmontarlo. Con un poco de paciencia, debemos localizar los puntos de sujeción y analizar las piezas que lo componen. Pequeños tornillos, encajes a presión y remaches de plástico nos pondrán a prueba para poder acceder a nuestro parachoques.

Si se trata de una deformación o abolladura, podemos regenerarlo con habilidad, empujando desde dentro con un útil redondeado. Esta herramienta debe tener cierta superficie de contacto para evitar dañar el material del parachoques. En ningún caso debemos dar golpes, porque el material es muy maleable y deformable. Si lo hacemos, lo que provocaremos es una deformación mayor y tendremos muy cuesta arriba mejorar el aspecto de nuestro parachoques. El trabajo lo haremos poco a poco. Para evitar la deformación, empujaremos el material plástico contra una superficie plana y dura, convenientemente protegida para que no dañe la cara externa del parachoques.

En el caso de que tengamos una rotura, también podemos realizar una reparación con pocos medios, como puedes ver en el «tutorial» que hemos desarrollado. Basta con disponer de un soldador de estaño de los empleados en electrónica para prolongar la vida de nuestro parachoques.

1- El parachoques trasero de nuestro Land Cruiser tiene dos grandes rajas verticales. Sustituirlo es demasiado caro. Así que optaremos por desmontarlo y arreglarlo.

2- Comenzamos a desmontar. Los tornillos nos lo pondrán fácil. Identifícalos para asegurarte de no confundirlos a la hora de volver a montarlos.

3- Los clips son enemigos de las prisas y requieren maña. Si se deterioran al extraerlos, tendrás que sustituirlos por otros nuevos.

4- Acuérdate de liberar cualquier conector eléctrico que encuentres antes de descolgar completamente el parachoques para evitar que los cables soporten el esfuerzo de sujetarlo.

5- Una vez desmontado el parachoques y alineadas las superficies a unir, aplicamos el soldador por la cara interior de la pieza para derretir el plástico de las dos partes a soldar.

6- Cortamos pequeñas tiras de plástico que fundiremos transversalmente como refuerzos en la zona que acabamos de arreglar.

7- Volvemos a montar el parachoques y comprobamos el resultado. La pieza ha recuperado su aspecto original y apenas se aprecia una pequeña raja.

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