Los coches de la reina Isabel II de Inglaterra

La desparecida reina Isabel II de Inglterra atesoraba una importante colección de automóviles y era muy conocida su afición por los mismos e, incluso, se llegó a decir que tenía conocimientos de mecánica.

El pasado 8 de septiembre fallecía Isabel II de Inglaterra, tras 70 años desempeñando el cargo de soberana, lo que la sitúa como la reina más longeva en la historia de la monarquía británica.

Aunque desde su niñez, Isabel siempre estuvo rodeada de vehículos de todo tipo, parece ser que fue durante la Segunda Guerra Mundial, donde prestó servicio en el Servicio Auxiliar de Mujeres, cuando se despertó su interés por los vehículos a motor al tomar contacto con las ambulancias Austin K2/Y, con la cuales aprendió a conducir e incluso a realizar algunas reparaciones básicas.

austin ambulancia

De hecho la reina ha estado conduciendo ininterrumpidamente durante al menos 70 años, puesto que se la pudo ver a los mandos de un Range Rover, en 2016, acompañada de la madre de Kate Middleton, esposa de su nieto Guillermo. Se da la circunstancia de que Isabel II nunca obtuvo el permiso de conducir puesto que la ley británica le exime de hacerlo, si bien sus recorridos al volante se circunscribían a entornos cerrados o controlados, puesto que el protocolo contemplaba que cuando viajara por vías abiertas debía hacerlo con chófer.

La monarca británica siempre ha mostrado sus preferencias por los automóviles de marcas británicas con los que normalmente se dejaba ver en los actos oficiales, aunque en su colección se pueden encontrar coches de muy diversa procedencia.

Rolls Royce, el primero de la saga

El primer vehículo oficial que le fue asignado a Isabel fue un Rolls Royce Phantom IV en 1950, cuando todavía era princesa. Este mítico modelo, del que solo se fabricaron 18 unidades, y que disfrutaron algunos de los principales líderes mundiales del momento, equipaba un motor de ocho cilindros en línea y era capaz de desarrollar 165 CV de potencia. Esta unidad fue entregada en color verde, pero en 1953 fue pintada con los característicos tonos burdeos y negros de los vehículos oficiales de la casa real inglesa.

rollsroyce phantomIV

Este modelo, del que Patrimonio Nacional posee tres unidades, ha sido utilizado para eventos importantes como las bodas de Carlos y Camilla, la del príncipe Harry con Meghan Markle o para acudir a la apertura del año parlamentario en Westminster.

En 1977, con motivo de sus bodas de plata en el trono, la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes del Motor de Reino Unido regaló a Su Majestad un nuevo vehículo oficial, un Phantom VI personalizado.

Al igual que otros modelos de la flota real, este Phantom, lucía la figura real de San Jorge matando al dragón en vez del Espíritu del Éxtasis cuando Su Majestad estaba a bordo, excepto cuando visitó Escocia. En aquella ocasión exhibió un león de plata en su lugar. También tenía un accesorio para sostener el escudo de la reina y el estandarte real. Al igual que toda la flota, está acabado en negro y burdeos y al ser un vehículo oficial, no necesita matrícula.

Esta unidad fue utilizada, entre otras ceremonias, para hacer llegar a la novia en el enlace entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton que tuvo lugar en 2011.

El idilio con Land Rover

La relación de la casa real británica con Land Rover data de 1948, cuando le fue entregado al rey Jorge VI la unidad número 100 del Serie I salida de las líneas de montaje de Solihull. Muy pronto la firma británica fue elegida como proveedor para dotar a la recién coronada reina de un vehículo con el que realizar en 1953 una gira por los países de la Commonwealth a lo largo de más de 71.000 kilómetros. Este vehículo, del que se construyeron dos unidades, disponía de una plataforma en la parte trasera desde la que los monarcas podían saludar de pie durante el desfile.

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Otro ejemplo de un Land Rover construido especialmente para la reina fue en 1978. Un ‘Series III’ que se creó con una lista de modificaciones, incluyendo un sistema de ‘semáforo’, que se utilizaba desde la parte posterior para advertirle al conductor cuando la reina quería parar, ir más despacio o continuar con su trayecto.

Muchos han sido los modelos de Land Rover que han prestado servicio en Buckingham, pero, sin duda, los preferidos de la soberana han sido los Range Rover, de los que se comentaba que había poseído alrededor de una treintena. Sirva como ejemplo, la celebración del 90 cumpleaños de la reina Isabel II en 2016, en el castillo de Windsor. Para esta ocasión, el duque de Edimburgo y la reina se desplazaron en un exclusivo Range Rover State Review híbrido y descapotable fabricado especialmente para la ocasión.

Cabe señalar que Land Rover es el único fabricante de coches distinguido con tres títulos honoríficos de Royal Warrants, uno otorgado por la reina de Inglaterra, otro por el duque de Edimburgo y uno más por el príncipe de Gales.

acto militar

Bentley, el tercero en discordia

Una marca del prestigio de Bentley no puede permitirse no estar vinculada a la Casa Real Británica, por lo que en 2002, coincidiendo con el Jubileo de oro (los 50 años de reinado de Isabel II) se diseñó un vehículo específico para uso exclusivo de Su Majestad.

Se trata de un vehículo basado en el Arnage que recibió la denominación de State Limousine. Es 83 centímetros más largo que el Arnage y 25 centímetros más ancho. También es más alto (exactamente tiene la misma altura que la reina, para evitar que esta tuviera que agacharse al entrar. Este vehículo equipa un motor de 6,75 L y 8 cilindros, capaz de desarrollar 400 CV de potencia y desplazarse a 210 km/h de velocidad máxima. El interior recoge todo el lujo imaginable, como la tapicería de lana de cordero, y múltiples elementos de seguridad y confort, como un blindaje de primer nivel, capacidad para sellar la cabina ante ataques de gas o los neumáticos reforzados con kevlar.

Bentley State Limusine

Como el resto de vehículo oficiales, este automóvil lleva un soporte para mostrar el estandarte real y cuando la reina iba a bordo sustituía la mascota de Bentley –el «Flying B»– por la propia de Isabel II, el San Jorge matando al dragón.

En 2015 cuando salió de la línea de producción la primera serie del Bentayga, la firma británica obsequió a la reina con una unidad de esa primera remesa, denominada First Edition.

Un colección inabarcable

La afición por los automóviles cultiva por Isabel II durante sus 70 años de reinado han permitido completar una colección de incalculable valor en la que se pueden encontrar modelos de diferente procedencia.

Vauxhall Cresta Estate (1961)

Vauxhall, fundada en 1857, es una de las marcas más tradicionales en el Reino Unido. El Cresta Estate era un vehículo destinado al uso rural que se produjo entre 1954 y 1972, con un total de 81.841 unidades fabricadas. La Reina tenía un Cresta PA SY, con motor de 2,3 litros y caja de tres velocidades.

isabel ii en un vauxhall Cresta edited

Rolls-Royce Silver Ghost (1924)

Además de los Phantom IV, V y VI para uso oficial. La colección real atesora una joya de Rolls-Royce, un Silver Ghost. Una unidad de este Rolls-Royce Silver Ghost se vendió por siete millones de dólares en una subasta realizada en 2012. La propia marca lo calificó como el «mejor automóvil del mundo».

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El que le pertenece a la Familia Real es de 1924, sigue en funcionamiento (aunque no se lo suele ver rodando) ya que está en perfectas condiciones a pesar de haber recorrido 920.000 kilómetros. Se cree que su precio de mercado, en el mundo de los coleccionistas, podría trepar a los 35 millones de dólares. La Reina también cuenta en su colección con un Phantom V y un Twenty del fabricante británico.

Lincoln Cosmopolitan (1950)

Uno de los pocos coches estadounidenses del garaje real. Se fabricó entre 1949 y 1954. Tuvo una variante presidencial surgida en 1950 cuando el presidente estadounidense, Harry Truman, se peleó con General Motors y fue entonces que el mandatario acudió a Lincoln. Lincoln Cosmopolitan.

Fue allí cuando la Casa Blanca encargó diez limusinas Cosmopolitan para ser utilizadas como vehículos oficiales del Estado. Es un misterio cómo la Reina de Inglaterra logró obtener una de estas limusinas presidenciales. Los modelos se modificaron para obtener más espacio para la cabeza para el sombrero de la Reina.

Mercedes Benz 600 Pullman Landaulet (1965)

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Este Mercedes-Benz fue usado por la Reina y el príncipe Felipe de Edimburgo como transporte oficial. Se trata de un vehículo de alta gama diseñado por la compañía alemana del que se fabricaron un total de 2.677 unidades entre 1965 y 1981.

Había dos modelos disponibles para el Mercedes Benz 600 de 1965: el sedán de 4 puertas con distancia entre ejes más corta y el otro con una distancia entre ejes más larga, que era una limusina de 6 puertas; precisamente esta última era la que tenía la Reina Isabel II, con techo descapotable.

Citroën SM Opera (1972)

Al Citroën SM Opera lo premiaron como Coche del Año en Estados Unidos en 1972. Y fue tercero en Europa. La reina Isabel II lo adquirió en una visita a París en 1974. Este modelo estuvo en producción hasta 1975 y podía alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h.

Aston Martin DB6 (1966)

Fue el sucesor del DB5, el emblemático auto de James Bond. El Aston Martin DB6 tenía un diseño aerodinámico más atractivo. Se fabricó entre septiembre de 1965 y 1971, con un total de 1.788 unidades. El nuevo DB6 llegó en tanto en formato descapotable de cuatro asientos como de coupé de dos puertas. El de la Reina, de 1966, Tenía un motor de 4 litros que producía 282 CV a 5.500 rpm.

Austin Princess Vanden Plas (1969)

Esta limusina fue uno de los autos de lujo fabricados por Austin entre 1947 y 1968. Estaba dotada con un 6 cilindros y 4 litros. La primera versión fue puesta a prueba en su velocidad máxima por la revista británica The Motor y logró alcanzar una velocidad máxima de 127 km/h. La Reina Isabel II lo compró por el lujo interior y porque tenía el exterior de un vehículo digno de la realeza.

Daimler DS420 (1992)

Desde Alemania llegaron los autos no británicos preferidos de la Reina. No sólo los Mercedes-Benz, sino también los Daimler, de la que se dijo que era la marca real no oficial. El DS420 también se conoce como la «limusina Daimler». Fue su vehículo preferido cuando asistía a bodas o funerales.

Daimler DS420

El Daimler DS420 de 1992 tomó prestado el chasis insignia del Jaguar 420G con configuraciones menores en la distancia entre ejes. El interior estaba equipado con un mueble bar, un televisor y una computadora.

Ford Zephyr Estate (1956)

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Este singular se produjo entre 1950 y 1972. Junto con el Executive y el Zodiac, fue el automóvil de pasajeros más grande de Gran Bretaña durante los años 50 y uno de los primeros que se produjeron en masa en el Reino Unido. La Reina Isabel II era propietaria de esta variante de lujo, que se incluyó en los últimos meses de producción.

Humber Super Snipe (1959)

Fue producido por la British Company Humber Limited entre 1938 y 1967. La primera variante que salió fue la Humber Super Snipe de antes de la Segunda Guerra Mundial, que tenía una velocidad máxima de 127 km/h. Apuntaba a la clase media alta y a funcionarios del gobierno y fue el modelo de 1953 el que llamó la atención de Isabel II, aunque no tenía un precio muy alto, pero sí ofrecía todo el lujo digno de una reina.

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