Restauración del Porsche 911 Carrera RS (964): Volver a la vida

Esta es la historia de un particular "barn-find": Un raro ejemplar de Porsche 911 (964) RS al que una serie de circunstancias dejaron postrado durante años... hasta que decidió volver a la vida.


Quizás, si el corazón se hubiera parado un poco más recientemente, habría bastado con aplicarle unos cables, a modo de desfibrilador, y a correr. Pero no va a ser tan sencillo. El poderoso músculo ha permanecido apagado durante demasiado tiempo y devolverle el pulso va a requerir un tratamiento de cuidados intensivos que empieza en el mismo momento en el que la grúa-ambulancia lo saca de su cubil para trasladarlo directamente al quirófano del Centro Porsche Madrid Oeste.

Y se sorprenden: el aspecto no es malo para un coche con un cuarto de siglo a sus espaldas. La razón es que su intensa vida activa ha sido, al mismo tiempo, especialmente breve. Nacido en 1992, este deportista había respirado de cerca el ambiente de las carreras y, aunque no llegó a competir, sí pudo saborear el asfalto de los circuitos ibéricos, rodando en manos de pilotos ilustres y poniéndole los dientes largos a más de uno. Esa era precisamente su misión: conquistar participantes para el trofeo monomarca Porsche Cup, telonero de los Grandes Premios de Fórmula 1.

Finalizada su labor como estrella de la gama 964 y debido a la irrupción de su sucesor, el 993, nuestro protagonista desapareció de escena como vehículo de demostración y permaneció durante mucho tiempo esperando que alguien se fijase en él. Pero ¿quién podría estar interesado en un coche tan extremo y poco funcional? Su suspensión era dura como una piedra y tan recortada que el morro y los bajos rozaban con el suelo en la entrada de los parkings, al pasar badenes reductores de velocidad… ¿Y cómo se puede vivir sin dirección asistida, ni aire acondicionado, ni siquiera un equipo de radio? Además, su color original, blanco, por muy Grand Prix White que fuera, resultaba francamente soso.

Pasó el tiempo y por fin, en la primavera de 1995, me lanzaron la propuesta: «La verdad es que es un coche hecho para ti» –me espetaron, con una técnica comercial de libro–. «Si me lo pintáis de amarillo…», respondí, dando largas y dejando ahí la conversación.

Unas semanas después recibí una llamada de Porsche España: «Ya está. Ya tienes tu RS amarillo. ¡Y ya podíamos haberlo hecho antes; desde que lo hemos puesto en exposición no hacen más que salirle novios!»

Me dio un vuelco el corazón. Lo cierto es que se trataba de una ocasión extraordinaria, de esas que no puedes rechazar. De pronto me asaltaron las dudas. Aunque ya no había vuelta atrás. La suerte estaba echada.

De todas formas seguía siendo un coche difícil. Y el tiempo me daría la razón.

Desde el primer momento el nuevo invitado fue cuidado con mimo. Dormía bajo cubierto y salía de vez en cuando a desperezarse y mantener en forma su musculatura, proporcionando en cada ocasión una experiencia increíblemente gratificante.

Pero un día las cosas se torcieron. Por razones diversas el precioso RS quedó atrapado en el fondo de un garaje y allí estuvo, esperando, al principio semanas, después meses y finalmente años, el momento en que su resucitación fuera posible.

Desde luego, no podría arrancarse así, por las buenas. Tendría que hacerlo un profesional: habría que mover el motor a mano, limpiarlo… Aunque con un Porsche 964 RS no hay que jugársela. Barajé varias posibilidades –hay excelentes especialistas en España–, pero finalmente decidí que lo mejor iba a ser dejarlo en las manos expertas de la propia casa. Contaría con su garantía y, de paso, podría poner a prueba su programa especializado Porsche Classic, del que tanto presumen.

Restauracion Porsche

En manos de Porsche Classic

En el propio concesionario Porsche Madrid Oeste me gestionan la tarjeta Porsche Classic Card, que da acceso al servicio y, prácticamente de un día para otro, se encargan de coordinar el rescate con una grúa preparada para las peculiares características del coche, con rampas que permitien subirlo a la plataforma sin riesgo de arrastrar el bajísimo morro.

Poderle hincar el diente a una pieza así es algo que no se presenta todos los días y hay que decir que tanto los responsables del Centro como el propio mecánico experto en 964 que va a realizar el trabajo de recuperación se muestran entusiasmados. Eso me tranquiliza. Voy a dejarlo en buenas manos.

La restauración paso a paso

Como no saben qué se podrán encontrar, les pido que me vayan informando y, al tiempo, que realicen un informe detallado y un registro fotográfico de los pasos que vayan dando. A medida que avanzan puedo comprobar el acierto de mi decisión. Según su informe, en un primer examen visual «su aspecto exterior denota que ha estado cuidado, pero, a pesar de ello, el tiempo ha hecho estragos: Los neumáticos están obviamente caducados y la goma endurecida tras más de una década de inactividad; se detectan fugas por juntas de motor y cambio –será necesario desmontarlos– y se observan daños en el sistema de frenos provocados por una profunda oxidación. Un vistazo al depósito y el olor de gasolina degradada indica que hay que retirar lo que queda y sustituir cuantos elementos hayan estado en contacto con el combustible.»

Restauración Porsche

Así pues se ponen manos a la obra: «Se procede a separar de la carrocería el sistema de propulsión (motor y caja de cambio), colocando ambos grupos en sus respectivos soportes para proceder a una revisión exhaustiva de los elementos auxiliares, verificarlos y despiezar, para evaluar si es necesaria su restauración o sustitución, intentando respetar al máximo la conservación de componentes originales, siempre que puedan ser reinstalados sin perjudicar fiabilidad o funcionamiento. Esto se refiere a elementos como cadenas de distribución, tensores, carriles de distribución, bomba de aceite…».

Hasta el último tornillo

Y lo que supuestamente iba a ser una simple limpieza, engrase y puesta a punto se convierte en un desmontaje total que permite descubrir más de un fantasma:

«Una vez retirada la distribución se accede a las culatas, procediendo a su desensamblaje para comprobar estado de guías y asientos de válvulas, pues su preciso ajuste y cierre es imprescindible para lograr la correcta compresión en los cilindros. Se procede a esmerilar los asientos de las doce válvulas y un técnico especialista realiza el reglaje de altura de los muelles».

«Se desmontan cilindros y pistones y se comprueba que el estado de los segmentos hace recomendable su sustitución, para evitar pérdida de compresión. Se verifica que el estado de los cilindros es perfecto, totalmente liso y sin arañazos».

Cilindros Porsche

«El sistema de refriferación de la cabeza de los pistones está, sin embargo, afectado por efecto de la degradación del combustible y es necesaria su reposición. Una vez realizado, se comprueba que la refrigeración se produce de forma eficiente».

«Se realiza una profunda limpieza del bloque motor para verificar que todos los conductos de engrase se encuentran libres de obstrucciones».

«Un elemento característico de los motores Porsche refrigerados por aire es su ventilador. Se le aplica un tratamiento de recuperación mediante chorro de arena y pintado en el color original y se sustituye la polea».

«Las protecciones del motor se encuentran deformadas, sin duda debido al uso deportivo que tuvo en algún momento esta unidad. Se reparan lijando y fondeando las piezas antes de someterlas a un tratamiento anticalórico. También se observan golpes en la chapa estabilizadora del escape».
«Al desmontar bielas y cigüeñal se verifica que el estado de estos elementos y sus casquillos es correcto. Se procede, no obstante, a su limpieza y engrase».

«Todo el sistema de combustible ha sido renovado, desmontando la bomba de presión de gasolina, el prefiltro en el depósito y el aforador de combustible que, tras la limpieza, no marcaba correctamente el nivel de llenado.

«El depósito de combustible ha sido vaciado completamente, procediendo a un lavado intensivo con detergente no abrasivo que lo deja limpio y listo para recibir una nueva recarga de gasolina».

«También la caja de cambio se somete a una profunda limpieza, comprobando el buen estado de piñones y engranajes y corrigiendo fugas mediante la sustitución de juntas que, con el tiempo, han perdido sus propiedades».

Embrague Porsche 911 CArrera RS (964)

«El embrague, especialmente diseñado para esta serie de vehículos, es un monodisco en seco con guarnición reforzada y amortiguación del par mediante muelles de acero. El volante motor que instala esta unidad no ha sufrido daños por abrasión. Se verifica y limpia, pudiendo ser instalado nuevamente».

«Una vez ensamblado el grupo motriz se desmonta el accionamiento de la palanca de cambio, sustituyendo la barra de accionamiento, que presenta holgura, y realizando el ajuste correspondiente».

«Se desmontan las dos transmisiones y se engrasan, reponiendo los fuelles de goma».

«Se procede a la sustitución de discos, pastillas y líquido de frenos. Este se observa muy «pastoso» por lo que, tras la limpieza inicial de la bomba de freno, al comprobar que el frenado no es eficiente, se sustituyen los monocontactos de presión, las tuberías de presión del módulo del ABS y la bomba de presión, verificándose una eficacia óptima de la frenada y que tras el proceso de frenada y arranque, la presión del circuito es correcta».

«Se detecta ruido en los bujes delanteros y se sustituyen los rodamientos pues la falta de engrase ha provocado su gripamiento».

«En cuanto a la carrocería, esta unidad, producida en 1992, salió de cadena de montaje en color Blanco Gran Premio, que se cambió por un amarillo Speed Yellow a petición de su propietario en 1995. El trabajo fue realizado por el departamento de pintura de Porsamadrid, que hizo una labor magnífica, pero el vano motor quedó en su color original por lo que, previa consulta, se decide añadir el color exterior a esta parte del vehículo aprovechando el desmontaje del grupo propulsor. Para ello, se desmonta la instalación eléctrica del motor, caja de fusibles, tubos de gases y de engrase del motor, soporte del filtro de aceite, manta antirruido, tapa de motor, tubo de ventilación, instalación de ópticas traseras, tacos de motor y cerradura del compartimento del motor».

El gran momento

Tras el proceso de restauración, desarrollado prácticamente en solitario por el especialista José Díaz, sólo queda probar el resultado. Un momento emocionante y con su punto de suspense cuando, al girar la llave de contacto, el motor de arranque se queda momentáneamente mudo. Basta un ligero golpe con la palma de la mano para despertarlo. Y el motor cobra vida.

A partir de ahí comienza un nuevo rodaje y el reencuentro emotivo recordando la ceremonia del arnés, el olor del cuero, el abrazo del baquet, el tacto preciso del volante –la pesada dirección–, la extrema dureza de la suspensión, el caprichoso embrague, los sonidos del motor y la transmisión, la increíble sensación de la aceleración… Bienvenido a casa, amigo.

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