Es sin duda una de las persecuciones con el final más surrealista que te puedas imaginar. Ocurrió en Australia, donde un ladrón se dispuso a robar lo que parece un Toyota Land Cruiser 70, bastante preparado, sin conocer que ese día acabaría dándose un ‘chapuzón’ en el mar.
Por supuesto le cazó la policía australiana y empezó una persecución, que duró más de dos horas, y que transcurrió por la playa de Two Rocks, preparada con caminos para realizar circuitos con todoterrenos y 4×4. Sin duda, un terreno favorable al ladrón que…una vez terminada la carretera de arena se encontró con una sorpresa para él: el Océano índico.
Sus opciones de fuga con éxito se reducían de forma considerable, pero el ladrón quiso emular a los mejores surfistas australianos y decidió acelerar a tope para adentrarse dentro del mar. Lo que ocurrió fue lo normal, el coche acabó medio hundido a 30 metros de la orilla y el ladrón detenido por la policía australiana.