Si en esta entrada te explicábamos cómo rodar un coche con motor de gasolina y en esta otra te aconsejábamos cómo hacer el rodaje de un motor híbrido enchufable, ahora te vamos a dar algunos consejos sobre cómo hacer el rodaje de la caja de cambios. Y sí, ya te adelantamos que la suavidad y el sentido común son la clave, sobre todo durante los primeros 1.000 kilómetros del coche.
La caja de cambios está formada por un conjunto de engranajes que, al igual que el motor, necesitan cierto periodo de adaptación entre ellos. De esta forma, conseguiremos alargar la vida del cambio, pues va ganando suavidad y precisión de forma progresiva.
En el caso de las cajas de cambio manuales, durante esos primeros 1.000 kilómetros es especialmente importante cambiar de marcha con más suavidad de lo que lo haríamos habitualmente, evitando brusquedades y manejando el embrague de la forma más progresiva que nos sea posible, sin excedernos para evitar hacerlo patinar sin sentido).
En el caso de la marcha atrás, es posible que nos cueste introducirla más de lo normal al principio. Si es así, un truco que facilita la maniobra consiste en insertar la tercera velocidad para, a continuación y sin soltar el embrague, pasar a la marcha atrás. Notarás que entra con más suavidad.
En los modelos con cambio automático, es recomendable que funcione principalmente en la D y, de vez en cuando, en la S -Sport- pero, si tiene función secuencial -es decir, puedes cambiar manualmente-, conviene utilizarla y cambiar de marcha a un régimen de giro medio -hasta 4.500 rpm en los motores de gasolina y hasta 3.000 rpm en los diésel-, pues eso también nos ayudará a rodar mejor el motor.
En ambas cajas de cambio, es muy importante evitar siempre acelerar con fuerza o tratar de subir una cuesta con el motor muy bajo de vueltas y sin reducir. Esto es algo muy habitual sobre todo en las cajas de cambio automáticas cuando van en modo D. Es cierto que ayuda a consumir menos carburante, pero obliga a un sobreesfuerzo importante al motor y a la caja de cambios que no es nada recomendable. Y no sólo durante el rodaje, sino durante toda la vida del vehículo.
Por último, y aunque no tiene nada que ver con el rodaje como tal, hay un detalle muy importante de cara a la fiabilidad de las cajas de cambio automáticas, y es sustituir su aceite a los 60.000 kilómetros aproximadamente, aunque el fabricante del coche diga que no es necesario. Es una operación poco costosa que mejorará las condiciones de lubricación de la caja y, por tanto, alargará su vida útil.
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