Las posibles carrocerías se mantienen: Saloon -presentado en 2006, de batalla alargada-, Coupé -2008- y Drophead Coupé -el descapotable lanzado en 2007-. Rolls-Royce no se escapa a la tendencia de ofrecer faros adaptativos con luces LED que, con su nueva forma rectangular, y junto a los nuevos parachoques, son los principales cambios estéticos en el Phantom Series II. El caso de los faros es interesante, dado que en teoría los LEDs son fijos y no pueden adaptarse a las curvas como otros tipos de bombillas. La solución de Rolls-Royce ha sido colocar reflectores que sí puedan controlarse electrónicamente para redireccionar el haz de luz.
En cuanto al equipamiento interior, donde ahora el Phantom cuenta con cámaras de aparcamiento delantera y trasera y una pantalla táctil de 8,8 pulgadas capaz de mostrar imágenes en 3D.
Puede que ahorro y Rolls-Royce parezcan términos antagonistas, pero incluso una marca de superlujo como ésta se preocupa por el consumo y las emisiones. El motor elegido para propulsar a esta gran berlina, el 6.7 V12 de 460 CV, consume un 10 % menos en esta nueva generación, y pasa de lanzar 388 gramos de CO2 por kilómetro a emitir 347 g. Esto también es posible en gran medida por la caja de cambios automática de ocho velocidades procedente de la compañía propietaria de Rolls-Royce, BMW.
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