Ruta por tierras de Félix Rodríguez de la Fuente

El pasado 14 de marzo se cumplió el cuadragésimo aniversario de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente. Qué mejor homenaje que visitar su tierra a bordo de un Suzuki Vitara 4WD Hybrid.


Pelegrina y su entorno natural infundieron a Félix Rodríguez de la Fuente su amor por los animales y por el hombre; no en vano su mítica serie, emitida desde el 4 de marzo de 1974 hasta el 20 de junio de 1981, se llamaba El Hombre y la Tierra.

«Qué lugar tan hermoso para morir.» Cuentan que estas fueron sus últimas palabras antes de subir a la avioneta que le robó la vida junto al piloto, Warren Dobson, y los dos cámaras, Teodoro Roa y Alberto Mariano Huéscar. Su pánico a volar le llevó a presagiar lo que iba a suceder aquel fatídico viernes.

Así, otro viernes, pero de 2020, estamos aquí en Pelegrina para conocer la naturaleza que enamoró al hombre que nos enamoró a todos de la naturaleza. Para ello haremos un recorrido que parte del Barranco del Río Dulce, en Pelegrina (Guadalajara), donde rodó gran parte de sus más de 80 capítulos. El recorrido comienza en el promontorio a la vez que observatorio que hay en la carretera GU–118, que nace de la N-II en dirección a Sigüenza. El recorrido ya se anuncia para que el conductor no haga de él un tramo de rallies y lo disfrute a ventanilla abierta. A mitad de tramo virado y descendente, está el mencionado observatorio, que permite una vista de 180 grados del Parque Natural y el Barranco del Río Dulce. Allí, si dejamos que la quietud nos acaricie, podemos imaginarnos las interminables jornadas de filmación con aquellos vetustos medios. ¿Qué hubiera podido grabar Félix con los medios actuales?

Arrancamos

La carretera desciende hasta la población de Pelegrina. Su viejo castillo de los siglos XII y XIII se iza como estandarte majestuoso y guía del viajero. El pueblo es pequeño y algo destartalado, pero cuenta con una importante oferta de locales dedicados a la gastronomía del cordero asado. En su zona central se encuentra un reacondicionado edificio donde podemos visitar el Centro de Interpretación del Parque Natural del Barranco del Río Dulce, lugar donde Félix rodara gran parte de sus capítulos dedicados a las águilas y los zorros. Si queremos caminar por las sendas abiertas al público en este Parque Natural, aquí nos darán buena cuenta de los tramos a visitar y de su duración. También aquí podemos contratar un guía que nos ayude con la interpretación de este impresionante cañón y parque natural.

Nos queda camino. Como a Félix, el horizonte y el amor por descubrir acelera nuestro Suzuki Vitara Mild Hybrid. Seguro que él hubiera estado muy conforme con esta forma de viajar por sus amadas tierras con un vehículo certificado con la etiqueta Eco de la DGT.

Pronto el horizonte desvela un nuevo destino. Ahora no es una pequeña torre defensiva erigiéndose arrogante; es un castillo en toda regla. Llegamos a Sigüenza. Situada en el valle dibujado por el río Henares, esta ciudad es una pequeña joya medieval. Sus calles, edificios, su catedral gótica de Santa María, su castillo (erigido en el primer cuarto del siglo XII sobre otro anterior musulmán de comienzos del siglo VIII), hoy Parador Nacional, bien dan para una visita muy larga. También aquí, en la oficina de turismo, podemos contratar un guía local que nos deshoje su historia y nos cuente noveladamente si cabe la historia también de otro hombre sin par: el Doncel de Sigüenza. En la catedral podremos visitar su tumba, la de Martín Vázquez de Arce, ubicada en la capilla de San Juan y Santa Catalina. Se trata de una de las principales esculturas del gótico tardío español y muy singular por no mostrarse yacente el cuerpo, sino erguido en pose de lectura.

Seguimos con mayor empuje

El motor de nuestro Vitara y el empuje adicional de su propulsor eléctrico nos echan al camino en busca de más tierras, paisajes e historias que descubrir. Nuestra cámara trabaja a destajo captando instantáneas. No pretendemos imitar a Félix, pero su espíritu nos imbuye y nos da fuerza para descubrir más. Ahora caminamos hacia nuestro destino final: Atienza, la temida Plaza del Moro de estas tierras que tanto preocupaba a otro personaje y descubridor: el Cid Campeador. Por Sierra Ministra, cruzó de noche para evitarlo, como nos recuerda el Cantar tercero de mio Cid. El Cantar nos narra dos circunstancias: que, en aquel entonces, Atienza aún pertenecía a los musulmanes, y que estaba lo suficientemente bien defendida como para que el Cid la evitase y pasase a su alrededor de noche.

Pero además de sentimos un poco Félix, también en nuestro corazón hay sitio para recordar a los conquistadores como el Cid, descubridores de emociones, naturaleza, historia o historias. Por ello dejamos que nuestro instinto nos guíe. Nos desviamos buscando en el paisaje el horizonte, y con la emoción de perdernos y, por qué no, luego de encontrarnos con sorpresas por descubrir. Y serán dos los escenarios que aparezcan en nuestro roadbook final. El primero de ellos es el castillo de Riba de Santiuste, que se dibuja ajeno al tiempo como fortaleza rocosa indestructible. Se calcula que fue construido sobre los siglos XII y XIII, y su adaptada arquitectura al cerro lo convierte en prácticamente irreductible, por el acoso de tropas o por el paso del tiempo. Cuenta con dos torreones defensivos y un estrecho camino de acceso que reforzaba todavía más su seguridad. En su interior podrás ver diversas dependencias y elementos de su restauración. Al pie del castillo y tras pasar un pequeño puente de caliza rojiza, a la izquierda, podemos recorrer los caminos que van cruzando y/o paralelos al río Salado.

Se trata de un tramo off-road muy divertido los días de lluvia, pues los vadeos se alternan constantemente hasta que desembocamos en la pequeña población de Imón. Aquí encontramos unas abandonadas salinas, que fueron durante mucho tiempo unas de las de mayor producción de la zona interior de la península ibérica. Hoy su abandono es patente, y uno de sus almacenes se ha derrumbado por falta de mantenimiento. Su presencia nos recuerda cuando la sal era moneda de cambio o simplemente generaba batallas y guerras por su control. Y ese control lo ofrecía la próxima Atienza, poderosa plaza que tuvo su mayor esplendor durante el siglo XV, y en la que se celebra la famosa Caballada de Atienza, una fiesta declarada de interés turístico nacional y que se celebra cada domingo de Pentecostés en esta localidad alcarreña€ En Atienza, antes de volver a nuestros orígines, no debemos olvidar las visitas a la iglesia de Santa María del Rey, iglesia de San Salvador, ermitas y, sobre todo, al museo de San Bartolomé.

Así que esta ruta es en honor a hombres que ya no están pero que dejaron su huella y a través de cuya impronta aprendimos a respetar la naturaleza que nos convierte en lo que somos y a la que nunca debemos ni querremos olvidar. Hasta siempre, amigo Félix.

Sigüenza

Dulce y salada, es la ciudad de los matices. Bañada por los ríos Dulce y Salado, además del río Henares, Sigüenza es una pequeña joya de ciudad medieval que los pliegues del tiempo ha sabido conservar hasta hoy. Y por esta razón ha estado poblada desde el Paleolítico. Su catedral es una visita imprescindible. Es, en conjunto, un bello ejemplar del cisterciense o primer gótico, y en ella merecen especial interés: las capillas de los Arces, de San Pedro, de la Anunciación, o de San Marcos, la estatua del Doncel y rosetones góticos de los siglos XII-XVI. También debemos destacar de su trazado más moderno la Plaza Mayor o el Barrio Humanista, en la casa Plateresca, o el Palacio Episcopal, en el Convento de San Francisco o Nuestra Señora de los Huertos€ Su gastronomía está basada en productos de la zona. Son destacables el asado de cordero o cabrito, las migas acompañadas con chorizo, torrezno y huevo frito, la sopa castellana, los productos de caza o matanza. Y no hay que olvidar una estrella del firmamento Michelin con la que, desde 2017, cuenta el restaurante El Doncel.

Salinas de Imón

A tan solo 14 kilómetros de Seguntina encontramos una de las más importantes salinas de la Iberia más ancestral. Ya sabemos que la sal era considerada el oro blanco, y fue durante mucho tiempo moneda de comercio. Las salinas de Imón tuvieron la mayor producción de sal de la península y fueron las de mayor tamaño, mejor construcción y, además, las que llegaron a nuestros días en mejor estado de conservación. Esta última parte ya es historia, pues hemos descubierto en esta última visita, con gran rabia, que el abandono ha terminado por hundir uno de sus almacenes.

Pero no debemos olvidar, a pesar del abandono institucional, que de estas salinas que controlaron siempre los reyes de España se destinaban las rentas a pagar a nobles y al obispado de Sigüenza. La última modernización, a la que debe su actual aspecto, es obra de Carlos III en 1720. Estuvieron activas hasta 1996, y en la actualidad se conservan restos de la última cosecha en sus ahora depauperados almacenes principales.

Atienza

Dada su estratégica situación, Atienza es cruce de rutas importantes: la del Cid, la del Románico Rural y la del Quijote. Y por qué no también lo fue para el amigo del hombre y la naturaleza, Félix Rodríguez de la Fuente. El castillo, situado en la parte más alta del pueblo, es el monumento más representativo de Atienza. Utilizado por los celtíberos y árabes, fue reformado por los cristianos tras la Reconquista. Fue ocupado por Alfonso III y por Almanzor entre otros, y es nombrado en el Cantar de mio Cid, refiriéndose a él como «peña muy fuerte». Pero la villa bien merece el tiempo para visitar su importante oferta cultural y gastronómica. Una visita muy recomendable es el Museo de la Santísima Trinidad. En su interior se puede contemplar una magnífica exposición de arte religioso. Entre las casas más nobles destaca la que se presenta en la Plaza del Trigo, magnífico ejemplo de plaza castellana y en la que tiene su mayor identidad en la venta con forma triangular en palacete que la cierra.

Consejos TT

  • Para la ruta: Es importante plantear bien qué vamos a hacer. Las horas de luz serán las que marque el qué, el cómo y el dónde. Es importante dejar la visita al parque para las horas con el sol más alto, para intentar que las temperaturas nos acompañen y hagan la visita más agradábale.
  • Para el rutero: Si la opción del parque natural es la más importante, debemos ir preparados de prismáticos, calzado y ropa de abrigo, además de llevar comida y agua para poder aprovechar al máximo el recorrido y la observación. Si le damos prioridad al apartado cultural, tanto Sigüenza como Atienza ofrecen una gran oferta gastronómica.

Suzuki vitara 1.4 4WD Hybrid

El nuevo Suzuki Vitara Hybrid es ahora uno de los SUV más interesantes del mercado. Su tracción integral AllGrip se complementa a la perfección con la hibridación ligera, con la que consigue la eficiencia energética necesaria para ganarse la etiqueta Eco de la DGT, galardón también disponible en sus hermanos Ignis, S-Cross y Swift.

Este Vitara combina un motor 1.4 Boosterjet turbo que eroga 129 CV, complementado con una electrificación que viene a mejorar su economía de funcionamiento y su rendimiento. El mencionado sistema eléctrico se compone de un motor eléctrico y una batería de iones de litio que se recarga en las frenadas y que consigue una reducción de las emisiones y del consumo en torno al 15% con respecto al modelo precedente. A la hora de conducir, notamos más alegría en las recuperaciones, gracias al apoyo del motor eléctrico en la zona baja del cuentarrevoluciones.

Fauna y flora

El Parque Natural del Barranco del río Dulce es la consecuencia de la excavación por el río de un profundo cañón de estratos de calizas. El río Dulce ha ido disolviendo las calizas, dibujando el cañón actual y creando un relieve muy llamativo que se compone de parameras amplias y altas, interrumpidas por el corte del cañón del río Dulce y también de sus afluentes, que dan lugar a cascadas estacionales.

Es un entorno ideal y especialmente indicado para senderismo y ciclismo, permite rutas cómodas aptas para todos los públicos.

Los bosques que cubren este Parque Natural se componen fundamentalmente de encina y de quejigo, y donde el suelo escasea surgen las sabinas y los enebros. Entre los roquedos de las paredes del barranco podemos avistar buitres leonados, águilas reales, halcones peregrinos y chovas pequirrojas. En las riberas hay garzas, ánades reales, el martín pescador y la lavandera cascadeña.

Datos útiles

  • Distancia: El recorrido de esta hoja de ruta se puede hacer fácilmente en un fin de semana. Ahora en primavera, con los días más largos, cunde el tiempo, pero hay que organizarse un poco y estimar qué tiene mayor interés para cada viajero. El recorrido en total sobrepasa por poco los 50 kilómetros por asfalto y otros tantos por pistas forestales de gran interés paisajístico.
  • Dificultad: Las aptitudes de nuestro Suzuki Vitara Hybrid están muy por encima de las dificultades de la ruta, aunque busquemos paisajes apartados por los diferentes caminos que nos salgan al paso. La ligereza de su conjunto y su tracción 4×4 nos permitirá salir de apuros aunque el barro de la primavera quiera fastidiar nuestra escapada.
  • Duración: Los tramos condensados en el mapa de la ruta nos ocuparán un fin de semana completo en el que podremos alternar historia y naturaleza según el mayor interés de cada participante en este recorrido.
  • Fecha: Marzo de 2020.
  • Climatología: El clima continental de la meseta será el que marque el resultado. Ahora el clima de primavera nos plantea un escenario de puro disfrute, solo aguado por alguna lluvia primaveral.
  • Cartografía: I.G.N. 1:50000. Mapas 433, 434, 461, 486 y 487.

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