Decidí instalarlo yo mismo, porque el taller me
cobraba por la mano de obra casi 40 euros, que se
suman a los 33 euros que cuesta dicho accesorio.
Lo coloqué siguiendo las instrucciones, pero a
las pocas horas se despegó de un lateral. Acudí
al servicio oficial, donde me comentaron que lo
había puesto mal y, tras una breve discusión,
adquirí otro accesorio igual con un pequeño
descuento; además, me dieron una serie de
consejos para que no me volviera a ocurrir.
Seguí las advertencias al pie de la letra; sin embargo,
a las pocas semanas me sucedió lo
mismo. Regresé al taller para reclamar, porque
no estaba dispuesto a comprar un tercer accesorio
y, esta vez, me comentaron que lo mejor
era que lo instalase en un taller oficial, porque
si no perdería la garantía del embellecedor. No
estoy de acuerdo, creo que es un defecto de diseño
del accesorio. ¿Qué hago?
Seat nos ha informado
que el taller instaló el accesorio al
Córdoba sin coste y, como compensación por las molestias
y el tiempo de espera, se le lavó el coche gratis.
