Acudí al taller oficial donde diagnosticaron una rotura del turbo. Pensé que lo arreglarían gratis porque el coche todavía estaba en garantía -finalizaba el 19 de julio y me presenté allí el día 10- y porque había pasado todas las revisiones en el taller oficial… sin embargo, unos días después me llamaron para comunicarme que la marca no se hacía cargo de la reparación -que superaba los 1.700 euros-. ¿La razón? Según me explicaron, las últimas veces que había cambiado el aceite había rebasado los kilómetros establecidos en el manual de mantenimiento. No estoy de acuerdo porque en el taller jamás me han puesto pegas por llevar el coche con 1.000 ó 2.000 kilómetros de más. De hecho, la culpa no siempre es mía porque la mayoría de las veces desde que pido cita en el taller hasta que me la dan no tengo más remedio que pasarme del kilometraje. Además, soy un cliente fiel a la marca: tuve otro Ibiza -un 1.9 TDI de 90 CV- con el que realicé 250.000 kilómetros en diez años y no sufrí ninguna avería. He llamado al servicio de atención al cliente para pedir que sean justos con mi caso y me han dicho que lo estudiarán, pero pasa el tiempo y no me contestan. ¿Podéis ayudarme?
Qué dice la marca. Luis, el departamento de comunicación de Seat nos ha informado que, al final, la garantía se hará cargo del coste de la factura de la reparación del turbocompresor -1.742 euros-.
