Después de mucho discutir en el taller y con el servicio de atención al cliente, reconocieron
que la pieza se había roto de manera fortuita y no a causa de una mala conducción. De
hecho, comprobaron que el estado del embrague era excelente; además, el Seat sólo tiene
32.000 kilómetros. Así que me ofrecieron un descuento del 70% en el precio de la pieza,
pero yo tenía que abonar el resto del coste del repuesto más la mano de obra -en total,
unos 600 euros-. No estoy de acuerdo y no me parece justo, porque si es un defecto de fabricación,
como ellos mismos han aceptado, yo no debería pagar nada. ¿Me podéis ayudar?
El departamento de comunicación de Seat nos ha informado que,
al final, la marca ha asumido el 100% del coste de la reparación de la avería.