15 CV y 2.290 euros. Esa es, a priori, la principal diferencia entre el Seat Arona 1.0 TSI 95 y el Seat Arona 1.0 TSI 110 más básico. Sin embargo, además de la potencia y del precio, hay otro motivo muy a tener en cuenta a la hora de optar por uno u otro motor.
Empecemos por lo obvio: la potencia. 95 CV para un coche que pesa 1.185 kilos en condiciones de marcha puede ser suficiente. De hecho, lo es para circular por ciudad o para movernos por carretera a ritmo tranquilo y velocidad sostenida.
Otra cosa es que pretendamos utilizarlos para viajar cargado o para conducir habitualmente por carreteras secundarias donde sea necesario adelantar de forma habitual, pues en ese caso las prestaciones del Seat Arona con el motor TSI de 110 CV son netamente superiores. Vale como ejemplo el hecho de que, mientras que el 1.0 TSI de 95 CV pasa de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos, el 1.0 TSI de 110 CV lo hace en 10,3 segundos.
Además, el motor de 110 CV también se muestra más voluntarioso y enérgico a bajas revoluciones, pues entrega más par: si el TSI de 95 CV entrega 175 Nm de manera constante entre 1.600 y 3.500 rpm, el 1.0 TSI de 110 CV proporciona 200 Nm entre 2.000 y 3.000 rpm. No es que sea una gran diferencia, pero sí puede ser notable en un adelantamiento o en un carril de aceleración.
También hay otro detalle al que ayuda esta mejor respuesta a bajo y medio régimen: el consumo. Tener más par supone que el conductor debe acelerar menos para obtener una misma respuesta, y eso explica que, mientras que el 1.0 TSI de 95 CV homologa un consumo de 5,4 L/100 km, en el 1.0 TSI de 110 CV la cifra media homologada es de 5,2 L/100 km. La diferencia, principalmente, es mayor en carretera que en ciudad, donde ambos motores igualan sus datos.
Por otro lado, es cierto que ambos motores comparten el mismo bloque: 999 centímetros cúbicos repartidos en tres cilindros dispuestos en línea y sobrealimentados por un turbo de geometría fija. Por este motivo, ambos motores están a la par en cuanto a sonoridad (que se hace notar sobre todo a altas revoluciones) o vibraciones (que son relativamente contenidas para un motor de este tipo).
Ahora bien, el motor 1.0 TSI de 95 CV recurre a una caja de cambios manual de cinco marchas, mientras que el 1.0 TSI de 110 CV utiliza una de seis marchas que, en autopista, le permite circular a un menos número de revoluciones, algo que ayuda a que resulte menos ruidoso.
Por último, pero no por ello menos importante, el motor 1.0 TSI de 95 CV se comercializa sólo con el acabado básico Reference, mientras que el 1.0 TSI de 110 CV más asequible lleva el acabado Style, que incluye elementos como faros led, diferencial controlado electrónicamente, volante de cuero, cajones bajo los asiento delanteros y bolsillos tras los respaldos, un mejor equipo de audio y, además, muchas más posibilidades de incluir elementos opcionales en diferentes packs: acceso y arranque sin llave (280 euros), instrumentación digital configurable (120 euros), navegador (por sólo 120 euros, incluye climatizador automático, conexión para smartphones, sensor de luz y de lluvia…).
Con todo, los 2.290 euros que existen entre ambas motorizaciones es una cifra notable pero, a poco que vayamos a viajar por carretera o queramos tener un equipamiento más completo, el 1.0 TSI de 110 CV será una compra más interesante.