Fabricado por VM Motori, el propulsor A 630 DOHC es la parte más convencional, aunque no por ello deja de tener sus peculiaridades. Se trata de un V6 de tres litros de cilindrada copiado pieza por pieza del OM642 de Daimler, que era el motor montado por el anterior Jeep Grand Cherokee (WK).
Un compendio de buenas ideas
![]() Las «tripas». El motor diésel es un V6 sobrealimentado de tres litros que rinde 250 CV y 570 Nm. Hay dos sistemas de transmisión. Ambos reparten el par de forma permanente a las cuatro ruedas |
Cuenta con todos los adelantos tecnológicos habituales, pero quizá lo más destacable es su nueva generación de inyectores electrohidráulicos, capaces de suministrar el combustible a 2.000 bares, una presión que hasta ahora parecía limitada a los más caros inyectores piezoeléctricos.
Mediante un convertidor de par, el motor va acoplado a una caja de cambios ZF automática de ocho velocidades con cuatro engranajes epicicloidales que, con solo 91 kilos, es capaz de soportar los 570 Nm del motor VM, realizar cambios de marcha sin apenas latencia y reducir el consumo de combustible un 11 % con respecto a la anterior caja de cinco relaciones.
En función del acabado, el motor rinde 190 o 250 CV y va asociado al sistema de transmisión Quadra-Trac II o al Qadra-Drive II, respectivamente.
En ambos casos, la salida de la caja de cambios se acopla a una caja tránsfer que reparte el par motor de forma permanente entre los ejes delantero (que recibe el 40 %) y trasero (60 %); el reenvío al árbol de transmisión del eje delantero se realiza mediante cadena.
La caja actúa como diferencial central con función de bloqueo e incorpora una reductora de relación 2,72:1.
Disponen de reductora y bloqueo del diferencial central , pero el más evolucionado cuenta con un diferencial trasero bloqueable eléctricamente. |
Las versiones Quadra-Drive II añaden a todo esto un diferencial trasero de deslizamiento limitado gestionado electrónicamente (ELSD), que incorpora un embrague de discos que permite bloquearlo total o parcialmente para evitar que todo el par se pierda a través de la rueda que patina.
Tanto el bloqueo del diferencial central como el del trasero se gobiernan a través del sistema Select-Terrain, que también controla los frenos y el motor para emular la actuación del bloqueo mecánico (especialmente en el tren delantero, que no dispone de ningún tipo de bloqueo mecánico) y limitar la velocidad del vehículo en uso off-road.
Esta generación del Grand Cherokee dispone, además, por primera vez de suspensiones independientes en las cuatro ruedas y, opcionalmente, muelles neumáticos, que se integran en el sistema de suspensión denominado Quadra-Lift.
Estos muelles permiten variar la altura de la carrocería en 10,4 centímetros. En el eje delantero van acompañados de un amortiguador convencional adicional en cada rueda, mientras que en el trasero añaden un muelle.
Hay además un sensor de inclinación en cada esquina del vehículo que se encarga de dar las órdenes al sistema de gestión para que mantenga la carrocería nivelada.
Y, para controlar constantemente todos estos sistemas, el vehículo incorpora tres diferentes redes de datos: la red CAN se encarga de recibir información de los diversos sensores y transmitir órdenes al motor, al cambio automático y a las suspensiones a toda velocidad.
Una segunda red controla todos los elementos de confort, tales como la apertura y el cierre automático de las puertas o la conexión de las luces, mientras que una tercera se emplea para la diagnosis de averías.