Si a la hora de arrancar el coche, momento en el que se encienden todos los testigos a modo de chequeo, se mantiene el del airbag -un pictograma con una persona, un cinturón y el airbag-, significa que hay un fallo en este dispositivo de seguridad. Subsanarlo es importantísimo no sólo para circular con todas las garantías de seguridad, sino porque acarrea ciertos problemas posteriores relacionados con la inspección técnica del vehículo.
¿Y por qué puede ocurrir este fallo en el airbag? Existen diferentes tipos de averías. La más común tiene que ver con los conectores colocados bajo los asientos delanteros. Al crearse falsos contactos, este puede dar lugar al citado fallo. Para suministrar corriente a los airbags laterales, así como a los tensores de los cinturones de seguridad, los conectores suelen presentar clemas de color rojo o naranja. Si el vehículo no tiene asientos calefactables o con ajustes eléctrico, sólo estarán presentes estos cables bajo la estructura del asiento.

La solución pasa por desconectar y volver a conectar estos cables. Si al arrancar el vehículo, ya no está presente el testigo, se ha solucionado el problema del airbag. Diversos fabricantes recomiendan soldar estos cables para evitar su posible desconexión y posterior fallo. Sin embargo, se trata de una tarea recomendada a aquellos con experiencia a la hora de soldar y siempre con la batería desconectada. Siempre se puede acudir a un taller especializado para realizar esta tarea.
El sistema eléctrico del volante, más concretamente, un interruptor que hay detrás, y que se encarga de conectar las diferentes funciones (claxon, control de crucero y los propios airbag) puede estar detrás del fallo. Del mismo modo que el caso anterior, un falso contacto podría estar provocando esta avería. En este caso, la operación de desmontaje del volante es compleja y requiere de dispositivos de diagnosis para reconfigurar el sistema. Lo mejor es acudir al taller, donde te cobrarán entre 300 y 400 euros.
Aunque estas son las causas más comunes, existen otras más difíciles de detectar. Por ejemplo, el sistema que se encarga de la gestión del airbag es muy sensible a las caídas de tensión a la hora de arrancar el coche si el nivel de batería es bajo. Un voltímetro es una herramienta eficaz para comprobar el estado de la batería. Si el valor se encuentra entre los 12,3 y los 13,5V no hay problema. Si es menor, hay que considerar sustituir la batería. La antigüedad del vehículo también puede provocar fallos, ya que los fabricantes indican una vida útil para el airbag y todos sus sistemas asociados de unos 15 años.
Fallo de airbag: defecto grave en la ITV

Que el airbag funcione correctamente es uno de los procedimientos que se llevan a cabo en la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Durante la inspección, comprobarán que el testigo del airbag se paga unos segundos después de hacer contacto y tras arrancar el motor del vehículo. Como indican desde la red de estaciones SGS, si el mencionado testigo no se apaga es motivo de defecto grave y se salda con ITV desfavorable.
Así, solo se podrá conducir el vehículo a un taller para subsanar el fallo en un plazo de dos meses para no tener que pagar una nueva inspección. Hay que recordar que circular con la ITV desfavorables conlleva una multa de 200 euros -100 euros con pronto pago-.
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