El hecho de que el Kia Niro fuese un coche automático, una experiencia nueva para ella, no supuso ningún problema. «Es fácil adaptarse al coche, ya que su respuesta a las demandas de aceleración son aceptables».
Ya en marcha, a Úrsula le sorprendió «el confort, la increíblemente baja sonoridad y su dinamismo en curvas, que sorprenden para un coche que está entre un todo camino y un monovolúmen compacto». Y todo ello con un consumo «que se ha quedado en apenas 5,5 l/100 km, sin muchos esfuerzos por mantenerlo bajo y con una conducción fluida, tanto por carreteras convencionales, autovías y ciudad».
Su interior ha cumplido con todas las expectativas de nuestra segunda probadora. «Los asientos delanteros son cómodos y sujetan bien, y en las plazas traseras hay mucha amplitud para las piernas. Nosotros llevábamos instalada una sillita infantil con anclajes Isofix, y en todo momento había mucho espacio, tanto para meter y sacar a nuestro bebé, como para poner y quitar sin problemas el cinturón de seguridad».
Respecto a su capacidad de carga, «las dimensiones exteriores del Niro, bastante compactas, hacen pensar en un maletero más pequeño que el que realmente tiene. Aun así, puede resultar limitado para el equipaje de una familia con niños, o en aquellos casos en los que viajen cuatro adultos».
Su equipamiento también ha sido del agrado de Úrsula. «Sin duda, es más que completo en todos los sentidos. El uso de las dos pantallas, la principal junto al equipo multimedia, y otra más pequeña en el cuadro de instrumentos, es algo que me ha gustado mucho. Me ha llamado la atención la del cuadro, que permite tener más a la vista toda la información útil del coche, incluyendo, por ejemplo, la del navegador GPS».
La cámara de aparcamiento trasera también ha llamado la atención de nuestra probadora. «Aunque al principio te descoloca un poco si no estás acostumbrada a utilizar este tipo de dispositivos, lo cierto es que es una gran ayuda, sobre todo gracias al ángulo de visión que ofrece, y que te permite ver claramente el límite del paragolpes trasero».
Pero si ha habido un dispositivo que ha convencido a Úrsula por encima de todos los demás, ese ha sido el asistente de cambio de carril involuntario que, «junto con el control de velocidad de crucero con asistente de frenada, que mantiene automáticamente la distancia respecto al vehículo que circula justo por delante, hacen que conducir por autovía el Kia Niro sea una magnífica experiencia, muy cercana a lo que imagino que tiene que ser la conducción autónoma, o en coches de categoría premium con adelantos tecnológicos similares a este».
Una semana después de haber disfrutado del Kia Niro en «todas las condiciones meteorológicas y de circulación posibles», el balance final que hace nuestra lectora «es muy positivo». Según ella, «se trata de un coche que gusta ya a primera vista, gracias a su diseño atractivo y moderno, y que además te convence claramente cuando empiezas a conducirlo y a probarlo en distintos contextos, tipos de carretera, etc. En definitiva, creo que el mejor resumen que se puede hacer de un coche como el Niro es que es la demostración de que un vehículo híbrido como este puede ser bonito, con un interior cómodo que te invite a recorrer muchos kilómetros, y con un precio contenido. Por todo ello, yo ya no tengo ni la menor duda. Cuando llegue el momento de cambiar de coche, será un modelo que tendré en cuenta. ¡Si hasta puedo decir que ya he empezado a ahorrar para cuando llegue el día de elegir modelo nuevo!»
