La DGT (Dirección General de Tráfico) emite datos en cuanto a los costes directos que generan los accidentes de tráfico. Durante años rondaban el 1% del PIB (Producto Interior Bruto), equivalente a una cantidad que se aproxima a los 10.000 millones de euros.
Si lo comparamos con otros países en los que se llevan montando hace tiempo, los gastos por siniestralidad o accidentes de tráfico se pueden reducir y ahorrar alrededor de 4.500 millones de euros, gracias a la incorporación en los vehículos de los sistemas ADAS.
La Unión Europea tiene previsto, que con la implantación de algunos de estos sistemas de forma obligatoria por los fabricantes de vehículos, se pueden evitar 25.000 muertes y alrededor de 140.000 heridos graves hasta el año 2038.
Esto también va a repercutir en el coste de los seguros, ya que, en vehículos que lleven incorporados estos sistemas se podrá reducir la cuota anual, como está sucediendo en países como Israel, donde el seguro de un vehículo baja un 40% en función de los sistemas de seguridad que incorpore el vehículo.
¿Y qué son los sistemas ADAS?
Estas siglas significan Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción. Hay que dejar claro que los Sistemas de ayuda a la conducción como su nombre indica, ayudan al conductor y no son un piloto automático, debiendo tener siempre la máxima atención durante la conducción.
¿Cuáles son los principales sistemas ADAS?
Detección o avisador de ángulo muerto. Este sistema tiene la misión de avisarnos si un vehículo nos va a adelantar y no lo hemos visto por los espejos retrovisores, avisándonos con una luz en el espejo retrovisor exterior (derecho-izquierdo) de la presencia de un vehículo adelantándonos.
Control de crucero adaptativo. Nuestro vehículo mide y mantiene continuamente la distancia con el vehículo que nos precede y si lo ve necesario porque nos aproximemos mucho sin darnos cuenta, nos frena el vehículo o acelera, pero sin dejar de prestar atención a la conducción.
Alerta sobre tráfico cruzado. Este sistema tiene la misión de avisar al conductor si hay vehículos cruzando por detrás en la maniobra de marcha atrás y salir de un estacionamiento. Este sistema evita el choque, pero no nos exime de prestar atención y de realizar la comprobación visual para más seguridad.
Sistema LDW (Lane Departure Warning). Sistema de cambio involuntario de carril: tiene la misión de ir detectando continuamente o leyendo a través de sensores infrarrojos o de cámaras, las marcas viales de las carreteras, ya sean continuas o discontinuas en las vías de circulación.
Cuando se cambia de carril involuntariamente sin haber utilizado las intermitencias, el sistema entiende que el cambio ha sido de forma involuntaria, con lo cual avisa de diferentes formas al conductor: pudiendo activar un testigo luminoso en el cuadro de instrumentos, haciendo vibrar el asiento del conductor o también con una señal acústica. Cuando esto ocurre, estos avisadores ponen en alerta al conductor, el cual deberá rectificar la trayectoria del vehículo para evitar un posible accidente.
Sistema de detección de peatones y Freno Autónomo. Cuando el sistema detecta una situación de emergencia, éste avisa al conductor mediante una señal acústica y otra visual que se reproduce en el cuadro de instrumentos del vehículo o en la pantalla proyectada en el parabrisas, consiguiendo con esto que el conductor frene en el caso de no llevar incorporado el sistema de frenada autónoma y el vehículo se detenga evitando un atropello.
Freno autónomo de emergencia. Cuando el vehículo que nos precede produce una frenada brusca o por el contrario hemos perdido la atención de la conducción por algún motivo, este sistema pone en funcionamiento el sistema de frenos, deteniendo el vehículo o reduciendo su velocidad bruscamente. En este sistema, si es muy brusca la frenada autónoma, hay vehículos que activan al mismo tiempo las intermitencias de emergencia para alertar a los vehículos que circulan detrás nuestra que existe un peligro.
Aún llevando instalado este sistema, nunca debemos dejar de respetar la distancia de seguridad. Por último, destacar el sistema de Sensores de Aparcamiento que detecta obstáculos y a medida de ir reduciendo la distancia del vehículo al objeto, el pitido que emite se irá haciendo de discontinuo a continuo hasta quedarse fijo si estamos a punto de colisionar.
Estos sistemas ADAS, van a contribuir a que la conducción se vuelva mucho más segura, fiable, y sobre todo ergonómica, debido a la gran comodidad que estos dispositivos nos aportan en la conducción y siempre sin olvidar que nunca hay que dejar de prestar atención durante la conducción, porque al fin y al cabo son sistemas que nos ayudan, pero que no hacen que el vehículo circule de forma autónoma.
¿Qué precauciones se deben tomar ante una reparación?
Si el vehículo incorpora sensores de aparcamiento, van instalados en los paragolpes, alojados en unos orificios practicados en éste y en un número determinado, dependiendo si solo cumplen la función de avisar acústicamente al estacionar de forma convencional o si miden la plaza de aparcamiento asistido.
Cuando en una reparación hay que sustituir el paragolpes por completo, puede ser que se suministre sin los orificios (según la marca) y haya que practicar dichos orificios en el taller de reparación, debiendo tener los útiles para tal fin, con diferentes diámetros para cada tipo de sensor.
Si la reparación es un pequeño daño, roce, fisura, etc. hay que tener especial precaución en su reparación, ya que puede verse afectado el funcionamiento, si no quedan colocados los sensores en su posición original.
Si se pinta un paragolpes, las instrucciones de los fabricantes de vehículos especifican que los sensores no deben ser pintados, porque aplicar más capas al sensor puede provocar fallo en su funcionamiento y lo recomendable es desmontarlos para evitar se depositen capas adicionales de pintura. En cambio, si se sustituye un sensor por estar defectuoso, éste viene sin pintar y entonces si hay que seguir el mismo proceso de pintado que se sigue para pintar el paragolpes.
No obstante, pruebas realizadas por expertos en reparación de automóviles, indican que tanto las capas de pintura en los sensores o la reparación del paragolpes, no interfieren en su normal funcionamiento y que una vez montados, en algunos casos, son reconocidos por el calculador del sistema de aparcamiento, sin necesidad de realizar ninguna actualización.
Otro sistema que incorporan los vehículos, es el Sistema de Protección de Peatones, sistema de seguridad pasiva dotado de sensores y otros elementos que realizan la detección.
Algunos fabricantes de vehículos han desarrollado un sistema con un reducido tamaño, que consta de dos sensores colocados en cada extremo interior del paragolpes delantero, y unidos ambos, por una tubería de fibra la cual está llena de aire en su interior.
Cuando existe un atropello, el impacto hace que en el interior del tubo de fibra se produzca un cambio brusco de presión del aire que existe en su interior. Cuando esto ocurre, el sistema activa el capó activo, levantándose unos centímetros la parte trasera del capó y también el airbag para peatones, si el vehículo lo lleva incorporado. Por lo tanto, a la hora de la reparación de un sistema de estas características, el sistema activo del capó se rearma de forma automática y en cuanto a los sistemas pirotécnicos y bolsa de aire (airbag para peatones del capó), se cambiarán los sistemas que el fabricante indique.
Otros de los sistemas que se incorporan en los vehículos son los radares, que sirven para detectar la distancia ente el vehículo y el peatón u objeto. Van instalados tanto en la parte delantera y trasera del vehículo con anclaje fijo al chasis o carrocería, y detrás del paragolpes e incluso insertado en el mismo paragolpes. Ante un impacto, el radar puede sufrir daños o, incluso, nos pueden causar daños los propios conductores de otros vehículos que al estacionar golpeen a nuestro coche. En caso de tener que sustituir el paragolpes, si el radar va colocado en la carrocería, no habrá que realizar ninguna operación de regulación o calibración del mismo.
En el caso de que el radar sufra daño con el golpe, habrá que sustituirlo por otro nuevo y según indique el fabricante, calibrar para su correcto funcionamiento a través de la máquina de diagnosis destinada a tal fin. Cuando se realiza la reparación de un paragolpes, existen manuales de trabajo que proporcionan los fabricantes de vehículos, donde se especifica como debe ser el pintado del mismo. Se debe quitar la pintura de la zona donde va incorporado el radar aplicando una sola capa sin pintura de base y sin superar las 150 micras de espesor.
Algunos fabricantes de vehículos prohíben la reparación del paragolpes, de pequeñas fisuras o roturas y recomiendan que sea sustituido integro. Otros delimitan la reparación 25 cm alrededor del radar. En definitiva, la sustitución del radar delantero sí necesita calibración y los radares traseros según especificaciones del fabricante, pero en la mayoría de los casos no es necesario.
Las cámaras se pueden montar en varias partes del vehículo, pudiendo ser perimetrales, alojadas en los espejos retrovisores, en la parte delantera del vehículo y como asistentes en la maniobra de marcha atrás, siendo preciso realizar su ajuste después de una reparación, al igual que las cámaras de visión para detectar peatones o cambios involuntarios de carril.
Al ser cámaras de alta precisión, están calibradas de forma electrónica y requieren ser recalibradas después de su desmontaje y montaje. Como comentaba anteriormente, si se sustituye la luna parabrisas delantera con cámara, hay que desmontarla de su alojamiento y posteriormente al sustituir la luna hay que ajustar y calibrar dicha cámara. Existen dos tipos de calibración de las cámaras:
- Calibración dinámica
- Calibración estática
La calibración dinámica de cámaras hay que realizarla con una máquina de diagnosis, ajustando antes y recalibrando o autocalibrando dicha cámara en carretera, teniendo en cuenta que esta operación se debe realizar en condiciones meteorológicas idóneas, sin que llueva, haya niebla o nieve.
En cuanto a las cámaras y radares que necesitan calibración estática, se necesita una maquina específica. Los fabricantes que comercializan dichas máquinas de calibración son: Bosch, Texa Ibérica y Hella Gutmann. El avance de los sistemas tecnológicos incorporados en los vehículos provoca que los talleres de reparación de vehículos estén obligados a estar al día en equipos y máquinas para poder hacer frente a reparaciones tan complejas.
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