Solo unas semanas después de estrenar la actualización del Fabia que probamos en las inmediaciones de Praga, Skoda introduce un nuevo acabado en la gama Combi de su modelo utilitario. Se trata de la terminación Scoutline y se diferencia del resto de versiones por los detalles camperos que decoran el exterior del pequeño familiar checo.
Con esta opción, el Skoda Fabia Combi adopta una apariencia más campera; las modificaciones solo afectan al apartado estético, ya que no es una versión de la gama Scout y, por tanto, no incorpora tracción total o una suspensión más elevada. Cuenta, eso sí, con protecciones de plástico que recorren los bajos de toda la carrocería y los pasos de rueda, protecciones metálicas en los dos paragolpes, barras de techo de aluminio a juego con los retrovisores y unas llantas específicas de 16″ denominadas Rock, si bien, opcionalmente, puede montar las llantas Braga de 17″.
Solo con motores de gasolina
Dentro, no hay cambios, por lo que el maletero tiene 530 litros de capacidad y, con los asientos traseros abatidos, ofrece un espacio de carga de 1.395 litros. Al tratarse del modelo actualizado, incluye el nuevo panel de instrumentos y los últimos sistemas de asistencia a la conducción de la compañía, como la alerta de tráfico cruzado o las luces de carretera automáticas. Esta versión está disponible con tres motorizaciones tricilíndricas de gasolina: el 1.0 MPI de 75 CV, el 1.0 TSI de 95 CV y el 1.0 TSI de 110 CV, los dos últimos con turbo y filtro de partículas de gasolina; solo el más potente se puede asociar a un cambio automático DSG de siete velocidades, el resto son manuales.