Al día siguiente empezaron los problemas: el equipo de audio se estropeó y lo llevé al servicio oficial, donde lo arreglaron en el mismo día pero, una semana después, se volvió a romper y esta vez tardaron tres semanas en traer otro… y lo peor es que, un día después de instalarlo también dejó de funcionar… Además, para colmo, en la instrumentación se encendía el testigo de falta de aceite en el motor; y decidí llamar al servicio 24 horas, donde me dijeron que comprara una lata y lo rellenara, ya que era sábado y no había ningún establecimiento oficial abierto… Y lo último que me ocurrió fue en agosto, cuando las luces y limpiaparabrisas se accionaban de forma imprevista. En el taller determinaron con la autodiagnosis que había que cambiar el sensor, pero como no tenían el repuesto me dijeron que debía esperar… y en esas estoy. ¿Qué hago?
Según el departamento de prensa de Skoda, todo se ha solucionado -se ha sustituido el sensor de luces y limpiaparabrisas- en garantía sin ningún coste para el cliente.
