Skoda Yeti 4×4: Conducción extrema en Pachfuth

El Skoda Yeti 4x4 es uno de los todo camino más interesantes del mercado. Para recordarnos sus notables capacidades off-road, su fabricante nos ha preparado una interesante jornada de tests en un emplazamiento de excepción.


A un mes vista de la presentación de una nueva generación del Octavia Scout, Škoda nos ha brindado la posibilidad de probar toda su gama 4×4 en Driving Camp de Pachfurth, un complejo ubicado en las inmediaciones de Viena (Austria) dotado de pistas deslizantes y tramos de conducción off-road con rampas de hasta el 80 % de pendiente, cruces de puentes, inclinaciones laterales y pasarelas con rodillos para simular la pérdida de motricidad de las diferentes ruedas.

En este escenario, el Yeti 4×4 se luce especialmente, ya que su sistema de control de descenso de pendientes es uno de los mejor afinados del mercado, mientras que su emulador electrónico de bloqueo de los diferenciales (ELD) funciona razonablemente bien, todo ello combinado con el alma del sistema motriz: la última generación del embrague de discos interaxial Haldex, cuyo acoplamiento es tan rápido que difícilmente notaremos la transición entre tracción delantera y total cuando circulemos por campo.

Dicho todo esto, hay que aclarar que, pese a disfrutar del mejor embrague central de discos que se puede montar actualmente, aún hay algunas cosas que pueden pulirse en el compacto y eficaz todocamino checo. La primera de ellas es la imposibilidad de montar las cajas de cambio automáticas de siete velocidades de las que sí dispone el Volkswagen Tiguan 4Motion, dotado de idéntica arquitectura de transmisión. La caja de seis relaciones es igualmente válida, pero una vez más, nos deja con la sensación de que Skoda es y siempre será una segunda marca dentro del Grupo Volkswagen. La segunda cosa que puede pulirse es la regulación de la velocidad del control de descenso de pendientes mediante los pedales del acelerador y el freno. Su uso requiere mucho tacto y parece ir un poco en contra de la filosofía de uso sencillo que impera en el resto del vehículo. Un reglaje de la velocidad de descenso mediante pulsadores eliminaría la posibilidad de «meter la pata» en mitad de un acusado descenso.

Dicho todo esto, el Yeti nos ha dejado, como siempre, un muy buen sabor de boca. Si lo juzgamos sin prejuicios estéticos, es uno de los todocaminos más interesantes y polivalentes del panorama actual, dotado de un tacto al volante, unos acabados y una funcionalidad que ya quisieran para sí modelos de mucho mayor empaque.

Aparte de la posibilidad de probar el Yeti 4×4 en condiciones de todoterreno bastante exigentes, la jornada nos ha brindado también la ocasión de conducir los Octavia y Superb con tracción delantera y total en diferentes ejercicios sobre un firme extremadaente deslizante. Obviamente, las versiones 4×4 salen victoriosas, hasta el punto de permitir incrementar la velocidad de paso por una curva deslizante en unos 15 km/h. Además, hemos visto y tocado (pero no conducido) el prototipo Yeti Xtreme. También hemos podido hablar con los responsables de los sistemas de seguridad activa y transmisiones, quienes nos han contado algunas interesantes peculiaridades de sus respectivos campos de trabajo que os iremos desvelando en las próximas pruebas que publiquemos de los productos del fabricante checo. Para no dejaros con los dientes largos, ahí va un avance: ¿Sabíais que la vida media estimada del embrague Haldex es de más de 300.000 kilómetros?

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