Con este modelo, Smart ha querido ‘resucitar’ el concepto roadster de los años 50 y 60 -pequeños y ligeros vehículos descapotables con sólo dos plazas-, aunque convenientemente adaptado a los tiempos actuales.
El Roadster-Coupé es un automóvil de tan sólo 3,43 metros de longitud -seis cm menos que un urbano como el Hyundai Atos- en el que prima el placer de conducción por encima de todo, gracias a un comportamiento muy efectivo, un cambio automático con manejo secuencial -de serie- y a unas prestaciones destacables para su potencia. Aún así, no se trata de un modelo ‘radical’, ya que cuenta con elementos de confort imprescindibles como los elevalunas eléctricos y el aire acondicionado, además de una buena cantidad de dispositivos de seguridad activa y pasiva -ABS, ESP…-. Todo un ‘bombón’… a un precio considerable.
Por dentro y por fuera
Introducirse en el habitáculo no resulta muy complicado, a pesar de lo bajo que es el coche -tan sólo 1,2 metros-. Una vez que nos sentamos, el puesto de conducción resulta cómodo pese a que el asiento sólo dispone de regulación longitudinal de la banqueta y de la inclinación del respaldo. El interior del Roadster-Coupé comparte muchos elementos con el otro modelo de Smart, el City-Coupé. Entre ellos, se encuentran la palanca del cambio -aunque en una posición más elevada para facilitar su manejo-, la llave de contacto -situada entre los asientos-, y los mandos que accionan los intermitentes y limpiaparabrisas. Tras el volante, que tiene un tacto perfecto, se encuentra el velocímetro, que incluye un display que indica el nivel de combustible; a su lado se halla el cuentarrevoluciones, de menor tamaño. Los dos relojes de la parte superior de la consola central indican la presión del turbo y la temperatura del motor. El ordenador de a bordo -de serie- contiene información sobre la autonomía, el consumo medio…. Entre los aspectos negativos está la mala situación de los elevalunas eléctricos -demasiado alejados del conductor, por delante del cambio-, así como la calidad y el ajuste de los plásticos de la parte inferior del salpicadero.
Cómo va
El mejor lugar para disfrutar de la conducción del nuevo Smart es una carretera repleta de curvas y con asfalto en buen estado. En este terreno se muestra como un vehículo muy ágil y divertido y con un comportamiento neutro, gracias a las buenas prestaciones de su motor turbo de sólo 698 cc, un peso contenido -815 kg-, y a la buena distribución de éste -44% delante y 56% atrás-. Por contra, el cambio secuencial debería ser más rápido, sobre todo en reducciones. En autopista, el comportamiento sigue siendo correcto, pero el elevado ruido del propulsor y el calor que desprende a nuestras espaldas -algo habitual en modelos con motor central- invita a bajar el ritmo y conectar el aire acondicionado -de serie-. En cualquier circunstancia contamos con la ayuda del control de estabilidad ESP -de serie-, que puede ser desconectado desde el salpicadero. Los frenos, con ABS de serie, son efectivos, aunque sorprende que un coche tan moderno equipe tambores en el eje trasero. Por último, la dirección, a pesar de no contar con asistencia -es opcional- resulta ligera de manejar y bastante precisa.
Veredicto
El Smart Roadster es, en cualquiera de sus dos variantes, un coche pasional que suple sus carencias prácticas con un bastidor que permite disfrutar de la conducción en estado puro.
Lo que otros no te cuentan
Seguro ante todo. Toda la estructura del Smart se basa en la célula de seguridad Tridion. Este sistema,con forma de ‘L’ invertida y que se aprecia a simple vista desde el exterior porque está pintada en distinto color que el resto de la carrocería, es el encargado de ofrecer una buena rigidez al habitáculo, así como de proteger a los ocupantes en caso de colisión o de vuelco.
A medida. La versión Roadster-Coupé equipa de serie un techo acristalado dividido en dos partes, que se pueden desmontar. Si decidimos retirarlos, cada uno de esos dos paneles se puede alojar en un molde de corcho situado en el maletero posterior, con lo que la capacidad de éste se reduce de 189 litros a 104. Adicionalmente, y si el cliente lo desea, se puede incorporar sin sobreprecio un techo de lona replegable eléctricamente. Además de ofrecer un aceptable aislamiento sonoro y térmico, cuenta con la ventaja de poder plegarse o desplegarse en marcha, independientemente de la velocidad a la que circulemos.
Rivales
COMARTH S1, EL ESPAÑOL
Precio: 18.703€/3.112.000 pesetas
Potencia: 105 CV
Velocidad máxima: 195 km/h
Consumo: 7,5 l/100 km
Tamaño: 350 x 180 x 112 cm
Maletero: 60 litros
Está fabricado de forma artesanal y cuenta con un espartano equipamiento. Está disponible desde 17.964€.
FORD STREETKA, EL MÁS NOVEDOSO
Precio: 1.515.265 pesetas
Potencia: 95 CV
Velocidad máxima: 173 km/h
Consumo: 7,9 l/100 km
Tamaño: 365 x 169 x 133 cm
Maletero: 214 litros
El inicio de su comercialización está previsto para el próximo mes de abril. Se trata de un roadster derivado del Ka, aunque es ligeramente más grande.
TOYOTA MR2, EL VETERANO
Precio: 26.895€/4.475.000 pesetas
Potencia: 140 CV
Velocidad máxima: 210 km/h
Consumo: 7,4 l/100 km
Tamaño: 389 x 170 x 124 cm
Maletero: *
El Toyota MR2 comparte configuración -motor central y tracción trasera- con el Smart Roadster-Coupé, auqnue ofrece unas prestaciones muy por encima de las otras opciones.
Ficha técnica y gama
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