Por fuera, el Rexton sólo sufre una pequeña evolución: La longitud total del Rexton W alcanza los 4.755 milímetros y pesa más de 1.900 kg, e incorpora nuevos paragolpes, faros delanteros con iluminación diurna LED y pequeños cambios en la parrilla y en los distintos paneles. SsangYong permitirá elegir entre un total de seis colores para el Rexton W. El interior tampoco cambia apenas: Se mantienen prácticamente intactos el volante, la palanca de cambios, el cuadro de instrumentos y la consola central, pero los materiales son nuevos, más blandos y de mejor calidad. Destacan el nuevo soporte para smartphones y las nuevas conexiones USB y Bluetooth para el equipo de sonido. Otras novedades entre el equipamiento son el control de crucero Eco -ya visto en el Korando-, los reposacabezas ajustables, los asientos eléctricos con memoria…
Pero el cambio más radical está en las motorizaciones: El nuevo Rexton dice adiós a los motores de origen Mercedes y recibe la mecánica turbodiésel e-XDi 200 Active de 155 CV que estrenara el Actyon Sports. Con tracción delantera y cambio manual de seis velocidades, consume 7,3 litros a los 100 km, mientras que con tracción total y cambio automático de cinco marchas, el consumo alcanza los 7,8 litros a los 100 km. Sus emisiones, 193 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, son un 15 % inferiores a las del anterior Rexton.
El Rexton W se ofrecerá en dos acabados: Tanto el Premium como el Limited llevan de serie control de estabilidad, navegador con pantalla táctil, climatizador y asistente de aparcamiento. El Limited añade asientos de cuero Deluxe, inserciones en madera y, para el Rexton W Limited con cambio automático -esta transmisión está disponible en toda la gama-, techo solar. Además, las llantas son de 18 pulgadas en vez de las de 16 que monta el Premium, y también incluye espejo retrovisor interior fotosensible.
