Cada año, durante dos meses, la Ruta discurre por un recorrido diferente tras las huellas de personajes que a lo largo de la historia han ido haciendo camino por las tierras vírgenes del Nuevo Mundo. Al frente de La Ruta BBVA 2015, como en cada edición desde 1979, se encuentra Miguel de la Quadra Salcedo, quien repite cada año a los ruteros: «Amad la tierra que vayáis pisando y, por la selva, caminad siempre descalzos.»
«A la Ruta llegan niños y niñas y de la Ruta regresan hombres y mujeres», comenta De la Quadra, para quien conocer a los demás es una forma de conocerse a uno mismo. Declarada por la UNESCO en 1990, ´de interés universal´ y calificada como ´el mejor programa pedagógico del mundo´ por la Universidad de Núrenberg (Alemania), esta aula itinerante es un máster de vida. Marina Sancho, rutera de la expedición en 2004, escribe: «He notado cosas que antes no notaba. A mi no me importó estar mojada en Teotihuacan encima de una pirámide dedicada al templo del sol, a mil kilómetros de mi casa y con 300 chicos más de mi edad, con una tromba de agua. Lo aprecié, me dije: ¡qué afortunada soy! O hacer aeróbic a las 6:00 de la mañana en una playa de Veracruz, con el sol a medio salir. Lo aprecié me dije: ¡qué afortunada soy! O dormir vivaqueando en el foso de un castillo medieval con gente de todo el mundo. Lo aprecié, me dije: ¡qué afortunada soy!»
El país de las esmeraldas
El nombre de la edición 2015 no puede ser más sugerente: Aventura en el país de las esmeraldas. Aquí en España, los ruteros van a conocer el tramo del Camino de Santiago que va desde desde El Cebrero hasta Compostela, celebrarán el V centenario de Santa Teresa de Jesús en Ávila y estudiarán la segunda parte del Quijote en Toledo. Luego, un avión les llevará a Colombia para conocer Bogotá y Cartagena de Indias y estudiar la obra del premio Nobel Gabriel García Mázquez.
«Del Land Rover que utilizábamos antes hemos pasado al Subaru Forester, que es el vehículo para los desplazamientos por España del equipo directivo, médicos, profesores, monitores, etc. En América, vamos en todoterrenos Kia. Los chicos, lo hacen en autobuses, antiguos trenes, incluso andando», explica De la Quadra.
Javier Atienza es cirujano, vive y trabaja en Sierra Leona y fue rutero en la expedición del 2000, que le llevó por México y Estados Unidos. «De aquellos días me quedan verdaderos amigos a pesar de los años que han pasado y un montón de buenos recuerdos que con gran cariño guardo para mí», nos cuenta tras una noche de guardia en el Hospital. «Convivir durante casi dos meses viajando por América y España con tanta gente de tantas nacionalidades en el que se empieza a madurar lo convierte en un punto de inflexión.»
Algo más que una ruta
El programa de la ruta se basa en un sesudo guión, académico y humanista diseñado por la Universidad Complutense de Madrid para la parte española y por las universidades de los países anfitriones para la parte americana. Las clases de historia, arte, astronomía, biología o música se intercalan con las caminatas, visitas a lugares históricos y talleres prácticos. No faltan, dependiendo de los lugares visitados, disciplinas como la vulcanología o la ecología tropical y deportes como la esgrima o la carrera de orientación. Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa, Emilio Butragueño, Pedro Duque, Julio Iglesias, Silvio Rodríguez han sido conferenciantes y profesores del programa.
A sus 82 años, Miguel de la Quadra Salcedo se sabe un tipo con buena suerte y mejor memoria. Testigo directo de las maneras de vivir de las tribus indígenas, suele recomendar a los ruteros que se acerquen a ellos con respeto y generosidad, que les hablen en ese lenguaje universal que no siempre se basa en la palabra, que coman con ellos, que les acompañen a pescar, que disfruten de la aldea global que es este mundo y entiendan la forma de pensar de quienes viven de una forma diferente a la nuestra.
Cada vez que los chicos emprenden la expedición, Miguel les despide con una frase machadiana, que ha convertido en mantra. «Recordad, muchachos, que el camino solo se hace al andar. Buen viaje».
Subaru Forester: el guardabosques
A Miguel de la Quadra Salcedo le gusta especialmente la denominación del modelo que Subaru cede a la organización de la Ruta Quetzal BBVA: «Subaru Forester. Forest significa ´bosque´ y este coche es el que cuida de él. Me parece un automóvil magnífico, equilibrado, estable, capaz, que se mueve igual de bien en la carretera como por los caminos. Su motor bóxer, al estar situado muy bajo, favorece al centro de gravedad y a la estabilidad. Y es diésel, pero ni se nota: No es perezoso, no hace ruido, no huele –y eso que me encanta el olor del gasoil– y tiene un empuje soberbio. Con este coche hemos recorrido parte del Camino de Santiago, explorando el tramo histórico que va desde Roncesvalles hasta Pamplona, y llegamos a Zugarramurdi, un lugar mágico cargado de historias de brujas sobre el que un pariente mío escribió un relato gótico, Euskariana, a finales del siglo XIX.»
Al andar se hace el camino…de Santiago
A Miguel de la Quadra Salcedo le gusta hablar de un hombre, Elías Valiña, y su importante labor para el camino de Santiago. Fue párroco de El Cebrero (donde este año iniciarán los ruteros el Camino de Santiago) en el resurgir de las modernas peregrinaciones. Valiña, fallecido en 1989, estudió a conciencia la historia del Camino, le dedicó su tesis doctoral y reactivó tramos de esta vía milenaria, antes intransitables. Él delimitó los tramos originales de la senda jacobea, consiguiendo que otros curas y párrocos se volcaran en su empeño. Así, a finales de los 70 e inicio de los 80 del siglo pasado emprende la señalización del Camino Francés con flechas amarillas. ¿Y quién estuvo ahí, apoyando trazo a trazo las marcas que hacía el cura en el tramo gallego? Pues ni más ni menos que Miguel de la Quadra Salcedo, animando al equipo que, con la nieve hasta el cuello, a bordo de sus Land Rover Santana, se encargaba de la selección de candidatos para el Camel Trophy. He aquí la razón por la que esta edición de Ruta BBVA 2015 está en parte dedicada al párroco, íntimo amigo del tenaz aventurero.