El Tribunal Supremo ha sancionado con tres años de suspensión a un guardia civil por inventarse denuncias para multar a una conductora en represalia por haberle tocado el claxon mientras no estaba de servicio.
La Audiencia Provincial declaró que el guardia civil circulaba un poco antes de las 14.00 horas del 17 de diciembre de 2011 por la carretera M-404 con su coche para incorporarse a su turno de servicio en el cuartel de la localidad madrileña de Navalcarnero. En ese trayecto tuvo un incidente con la conductora de otro vehículo que circulaba detrás de él y le pitó.
Una vez llegó a su puesto de trabajo, el guardia civil extendió y firmó dos denuncias contra la conductora, uno con la fecha del día de los hechos y la otra por otros que se inventó como si hubieran ocurrido el mismo día de un mes antes. El agente indicó que la multa se debía a «circular detrás de otro vehículo sin dejar espacio libre que permita detenerse sin colisionar en caso de frenada brusca del que precede».
El Supremo explica que el agente fue sancionado por una falta muy grave por falsedad de documento oficial, causando grave daño a la Administración, a los ciudadanos y a las entidades con personalidad jurídica prevista en la Ley de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil.
