Pongámonos en situación. Fin de semana, talleres cerrados y una simple bombilla nos deja sin luz en nuestro vehículo. Nada raro si tenemos en cuenta que los grandes desplazamientos se realizan durante esos dos días de la semana reservados para el descanso y el ocio para una gran mayoría.
Misión imposible … o casi
En nuestro caso, el «paciente» es un Suzuki Grand Vitara de la primera generación fabricado en 2005, pero podría ser cualquier otro modelo. De hecho, no es, ni de lejos, el automóvil en el que nos ha resultado más difícil realizar esta operación. Sin ir más lejos, cambiar la bombilla derecha de un Renault Mégane II nos obligó a sacar el gato, elevar el coche, desmontar la rueda y acceder a través del paso de rueda, ya que es imposible hacerlo desde el vano motor.
En un todoterreno, vehículo preparado para transitar por sitios alejados de las rutas más frecuentadas, el mantenimiento debería ser más sencillo. Sin embargo, parece que los fabricantes de automóviles no comparten esta forma de ver las cosas. De hecho, el manual del usuario del Suzuki Gran Vitara de primera generación recomienda que, cuando tengamos que sustituir una simple bombilla, acudamos a un taller. ¿No sería mejor emplear las páginas del manual para explicar cómo se cambia? Para el pescador que termina la jornada al atardecer y regresa a casa atravesando el monte o para el padre de familia que sale del pueblo el domingo por la noche para regresar a la capital a media luz, el taller no es una opción, y, aparte de la pérdida de seguridad, el hecho de no poder cambiar uno mismo la lámpara implica arriesgarse a recibir una sanción de 150 euros.
Plantéate soluciones
A lo que íbamos. Decididos a cambiar la bombilla del Grand Vitara sin pasar por el taller, y a la vista de que el manual del propietario no nos ayudaba, no nos quedó otra que investigar. Desde el vano motor, el acceso era imposible. Si os pasa esto y tampoco podéis acceder desde detrás del faro, tendréis que intentarlo por delante.
Ahora bien, ¿cómo se desmonta el faro si no se puede llegar hasta él ni por la chapa ni por la calandra? Quizás sea posible si desmontamos la calandra, pero ¿cómo? Si se tira de un lado y de otro, la impresión es que se puede romper… Intuimos que la calandra se fija mediante clips de plástico, así que no queda otra que tirar despacio de un lado y de otro a ver qué pasa. Como es de plástico, se dobla con facilidad, y la posibilidad de que se quiebre parece próxima. En la parte superior, lleva unos clips que se liberan sin problema, pero los demás puntos de sujeción no son accesibles, así que toca tirar para ver si cede. Por fin lo hace por un lado, el opuesto al faro que necesitamos desmontar. Tirando poco a poco y con sumo cuidado para evitar romperla, va saliendo de su emplazamiento.
Al final y después de un buen rato, conseguimos retirar la calandra sin romperla. Salvo los clips que he mencionado anteriormente, los restantes puntos de sujeción van a presión y se retiran sin dificultad si sabes cómo van. Desmontada la calandra, el faro se puede quitar fácilmente retirando un par de tornillos. Además, con el faro desmontado, quitar la bombilla fundida y colocar otra es muy intuitivo y rápido, lo mismo que el proceso de montar todo lo desmontado, siempre que los clips permanezcan intactos.
Observa las piezas
No existe una dificultad «mecánica» en esta operación. Solo debes saber tirar de una pieza con fuerza pero con tacto para desenclavar las grapas, atornillar y desatornillar el faro y sustituir una lámpara de filamento con un casquillo de bayoneta. Son procedimientos al alcance de principiantes, pero todo se complica cuando no podemos acceder al portalámparas, los tornillos que sujetan el faro están ocultos, las piezas que debemos retirar son frágiles y, lo peor de todo, no sabemos dónde están sus puntos de anclaje ni qué tipo de sujeción emplean. Una vez desmontadas, observa detenidamente las piezas y familiarízate con sus puntos de anclaje. Este aprendizaje hará más fáciles futuras operaciones similares. Antes de romper nada, busca ayuda en foros de Internet o adquiere un manual mecánico de tu coche en una librería especializada.
Monta el faro paso a paso
- He aquí el problema. Se nos ha fundido una lámpara y no podemos acceder al portalámparas por la parte trasera del faro sin desmontarlo.
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Hay que retirar la pestaña embellecedora (que esconde los tornillos del faro a la carrocería) y, para ello, tenemos que quitar la calandra.
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Tómate tiempo para identificar los anclajes que debes retirar. Este es una grapa. Debes hacer palanca con mucho tacto para evitar romperla.
- La grapa inferior es más difícil de retirar, ya que no sabemos dónde se encastra exactamente hasta que empieza a soltarse.
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Esta grapa central también es delicada. Su soporte es muy largo y es fácil romperlo si hacemos fuerza con un ángulo excesivo.
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Por fin hemos desmontado completamente la parrilla. Fíjate en la fragilidad de los embellecederos inferiores de los faros. Es muy fácil fatigar el plástico e incluso romperlo.
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Desmontada la calandra, ya podemos comenzar a atacar el faro. Como verás, ahora los tornillos del faro quedan a la vista.
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Muchos faros se anclan con tres tornillos; es más barato que usar cuatro. Siempre que sea posible, comienza por retirar los de la parte inferior.
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Estos tornillos tienen cabeza exagonal y Phillips, pero es frecuente el uso de cabeza Torx. Ten, al menos, un juego de llaves Torx tipo «navaja».
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Una vez retirados los tornillos, el faro debería salir de su alojamiento sin dificultad. No lo dejes nunca colgando de los cables.
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Observa cómo el portalámparas de la luz de posición es ahora accesible. Con el faro montado, no había espacio para manipularlo.
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Desenroscada la lámpara, comprobamos que está fundida y procedemos a montar el recambio, que cuesta menos de dos euros.
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Comprobamos que la nueva lámpara funciona correctamente. Es hora de volver a montarlo siguiendo el procedimiento inverso al que hemos empleado para el desmontaje.