
Con la desaparición de la GS500 del catálogo de la marca debido a que no supera la normativa Euro 3, el mercado de la moto había perdido una auténtica -moto-escuela-, un modelo que servía de introducción al pilotaje de cilindradas superiores en un escalonamiento lógico que aporta grandes beneficios al concepto de seguridad relativa a las dos ruedas. Con motos deportivas de 120 CV y 170 kg de peso a 9.000 euros, pienso que este paso intermedio es ahora más necesario que nunca. Además, evidentemente, la GS500 se había quedado técnica y estéticamente obsoleta.
Suzuki es la marca que siempre ha apostado más fuerte en este sentido. Su amplísima gama de cilindrada media es la que mejor se adapta a esta teoría de formación, y la nueva Gladius también prefiere enseñar que pelear. Fácil de llevar, se adapta a tus necesidades en cualquier medio sin pretender alardear en extremo en ninguno de ellos. Para uso intensivo en ciudad no llega a la especialización de un maxiscooter tipo Burgman, y para carretera tienes otros modelos con la gran -S- en el depósito que te protegen mucho mejor y que te regalan más adrenalina. Pero si lo que nos interesa es un término medio, la moto como siempre se ha entendido en su sentido más útil y práctico para todos los públicos, aquí sí es donde te encuentras de lleno con la nueva propuesta Suzuki. Y lo hace desde una perspectiva global, a tono con la tendencia universal que se estila en la actualidad.
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