Los cambios estéticos en el Tata Vista son muy ligeros: se centran en un paragolpes delantero más grande, una parrilla que ahora incorpora lamas cromadas y unos grupos ópticos de nuevo diseño, en los que la separación entre las luces de cruce y las de carretera es más evidente. Los pilotos traseros lucen en este restyling del Vista un enmarcado negro, al igual que la moldura en el borde inferior de la luneta trasera, en la que está integrado el logotipo de Tata. Sus 3,85 metros de largo le bastan para ofrecer un espacio aceptable para cinco ocupantes y un maletero de 232 litros.
Pero la mayor novedad es la incorporación de un acabado más completo, el LX, que se suma al LS, hasta ahora el único disponible. En el Vista LX contaremos de serie con airbags laterales, llantas de aleación de nuevo diseño, equipo de sonido con mandos en el volante, retrovisores eléctricos, pomo de la palanca de cambios forrado en cuero… todo ello, por un precio de 7.710 euros. Por su parte, el LS seguirá vendiéndose por 6.960 euros con cuatro elevalunas eléctricos, cierre centralizado, dirección asistida, aire acondicionado, avisador del cinturón de seguridad para todas las plazas…
El Vista puede acogerse al Plan PIMA Aire, destinado a la compra de vehículos comerciales. Quien quiera beneficiarse de él deberá entregar otro vehículo comercial con una antigüedad igual o superior a siete años. Con estos incentivos, el acabado LS sale por 5.700 euros, mientras que el LX se queda en 6.450 euros.
Ambos Tata Vista montan el motor de gasolina de cuatro cilindros de 1.368 centímetros cúbicos, con 75 CV de potencia a 6.000 rpm y 114 Nm a 3.250 vueltas. Unido a un cambio manual de cinco velocidades, alcanza los 170 km/h. Su consumo es de 5,9 litros a los 100 km.