La aprobación de nuevos planes de movilidad sostenible -como el de Madrid-, con su consiguiente restricción a los vehículos más contaminantes, está favoreciendo la aparición de medios de transporte alternativos. En este caso vamos a hablar de los patinetes eléctricos, una moda en rápida expansión que está obligando a ayuntamientos y a la propia DGT a incluirlos en el reglamento de vehículos. De hecho, el propio Pere Navarro ya ha anunciado que el uso del patinete eléctrico será regulado por la DGT.
Dada su facilidad de uso, su autonomía eléctrica y el pequeño tamaño -que permite guardarlo prácticamente en cualquier sitio-, el patinete eléctrico se ha convertido en una verdadera revolución social. En estas líneas os vamos a explicar los diferentes tipos que existen en el mercado.
Monociclo eléctrico
También denominado uniciclo autoequilibrado, este tipo de patinete eléctrico se caracteriza por tener una única rueda, en la cual hay dos estriberas en los laterales donde se apoyan los pies y en cuyo interior está alojado el motor eléctrico.
El monociclo eléctrico es capaz de alcanzar los 25 km/h y tiene un autonomía que ronda los 25 km por carga. En esta tipología, tener un buen equilibrio es esencial para no acabar en el suelo, sobre todo a la hora de girar.
Patinete eléctrico de dos ruedas
Es un patinete clásico al que se le ha añadido una batería eléctrica. Pueden ser plegables o no, y a diferencia de los tradicionales, cuentan con manetas de freno en el manillar -como el sistema de frenos de una bicicleta-. Además, es un tipo de vehículo que puede disponer o no de asiento.
Cuenta con una autonomía máxima de 30 minutos y tiene una punta de velocidad de 35 km/h. Es un medio de transporte muy usado por adultos para diversos fines como ir al lugar de trabajo. Por ello, el patinete eléctrico cuenta con una demanda adulta que va en aumento a medida que se va consolidando.
El uso indebido de este tipo de patinetes eléctricos ya ha sido saldado con la primera multa. Y es que España carece de una legislación para regular la circulación de todos estos aparatos, por lo que la DGT ya se ha puesto a trabajar para incluirlos en el reglamento de vehículos.
Hoverboard
Grosso modo, es una tabla con dos ruedas en los extremos. El hoverboard es un dispositivo autoequilibrado que permite ejecutar un desplazamiento muy intuitivo. Para moverse con él solo será necesario inclinar los tobillos.
La velocidad máxima que pueden alcanzar estos tipos de patinetes eléctricos es de 20 km/h, aunque si se superan los 15 km/h, el propio hoverboad avisa al conductor. Su batería le permite tener una autonomía de unos 20 km.
Segway
Es un tipo de patinete eléctrico con autobalanceo manejado por ordenador que está compuesto por dos ruedas de gran tamaño, dos plataformas para apoyar los pies y un manillar que nos permite avanzar y girar.
El segway es capaz de alcanzar velocidades de hasta 20 km/h y, gracias a su tamaño, tiene la capacidad de albergar hasta dos baterías, lo que les permite tener una autonomía de hasta 40 km.
Skate o monopatín eléctrico
Como sucede con el patinete eléctrico de dos ruedas, el skate eléctrico es un monopatín convencional al que se le ha añadido una batería, lo que hace que ya no sea necesario impulsarse con la pierna.
Son capaces de alcanzar los 20 km/h de velocidad punta y tienen una autonomía de aproximadamente 20 km. Al igual que en el monociclo eléctrico, en este tipo de transporte también es necesario un buen equilibrio para evitar caídas.
[sf_btn type=»newsletter» txt=»¿Quieres recibir nuestra newsletter?Haz clic aquí» url=»https://news.luike.com/registro-autofacil-luike-news»]
