
El principal problema con el que se encuentran los usuarios de compañías de alquiler es el de la publicidad engañosa. Muchas veces lees un precio en el folleto y cuando llegas a recoger el coche descubres que hay un montón de recargos -seguro, IVA, fianza, etc-. A veces estos detalles están en la letra pequeña, pero otras veces ni eso. Por eso siempre está bien guardar los folletos donde hemos visto la oferta, ya que son vinculantes y tenemos derecho a reclamar lo que en ellos se nos ofrece. Si el asunto tiene que acabar en la Oficina de Consumo, deberemos tener guardado el documento de la reserva: Allí viene el importe del seguro, fechas, kilometraje, características del vehículo… En general, el primer consejo cuando contratamos los servicios de una compañía de alquiler es guardar todos los recibos.
Antes de arrancar
Es importante comprobar el estado del coche antes de llevárnoslo. Se dan casos en los que echan la culpa a un usuario de los desperfectos que ha dejado otro. Insiste en que apunten todos los que descubras y que te den copia de la hoja, por si luego no recuerdan que les avisaste. De todas formas, ten cuidado con los daños: Los empleados de estas compañías están muy bien entrenados para pillar el más mínimo rasguño. Las empresas de alquiler hacen una lista con los daños detectados en la entrega y los descubiertos en la exploración tras la devolución, y cargan los desperfectos a un precio promedio de la reparación que ellos mismos marcan.
Tendrás que decidir si te interesa pagar por un conductor adicional y estar atento al límite de kilometraje del producto que contrates, aunque hoy en día casi siempre suele ser un contrato de kilometraje ilimitado.
Normalmente, el cliente se compromete a no circular por vías no pavimentadas, o cuyo estado pueda suponer un riesgo de daños para el vehículo, así que cuidado por dónde te metes… Tampoco te dejan poner en las bacas cualquier cosa que no sean maletas, como puedan ser unos esquíes, ni instalar las tuyas propias. También te harán firmar que tuya es la responsabilidad de sustituir los neumáticos si los deterioras, e incluso te ofrecerán un seguro expresamente para las ruedas.
En marcha
El seguro suele ser el básico a terceros, pero puedes añadir ampliaciones, como un seguro de responsabilidad civil. Cada compañía tiene un abanico de complementos: Las compañías llaman CDW al que cubre daños propios, y también tienen disponible seguro contra robo o vandalismo. Para que todos ellos sean efectivos, hay que entregar el parte en un plazo de 48 horas a la empresa de alquiler. Y de lo que nunca vas a quedar exento es de abonar la franquicia…
Si tienes un accidente, tras rellenar el parte lo primero que hay que hacer es comunicarlo a la empresa de alquiler. Muchas compañías retienen la fianza entregada en el momento de la recogida: Esto es ilegal. La fianza sólo se puede retener por deterioro o uso indebido del vehículo. Un accidente no se considera ninguno de estos casos, aunque se te declare culpable. A veces incluso retienen la fianza dos meses aunque esté demostrado que no tienes la culpa -es el caso de Avis-. Cuando la culpabilidad no está clara, puede que no solo retengan la fianza sino que además nos obliguen a pagar aparte las reparaciones. Si la compañía de alquiler tiene gastos judiciales por las reclamaciones a las aseguradoras, tampoco le puede pasar la factura al cliente.
Otro problema, aunque se suele dar raramente, se produce cuando el coche tiene una avería. Normalmente la compañía nos habrá hecho firmar que nos entrega el vehículo en perfectas condiciones, y suele ser muy difícil demostrar si la culpa es suya o del conductor. La mayoría de contratos de alquiler incluyen asistencia en carretera, ¡y comprueba si el coche que te han entregado está en periodo de garantía! Si no puedes continuar, la empresa de alquiler te dará un vehículo de sustitución, de acuerdo con el contrato firmado. Y, si se te enciende un testigo, detente inmediatamente e informa a tu compañía y a la asistencia técnica. Las averías de mantenimiento suelen correr a cuenta de la compañía si presentas los justificantes.
En cuanto a las multas, las paga el conductor, faltaría más. Si la compañía de alquiler no logra identificarlo, la responsabilidad recae sobre quien haya contratado sus servicios.
Ahí os lo dejo
Se suele tener que devolver el vehículo con el depósito lleno, pero aquí conviene informarse de la política de la compañía, pues a lo mejor no es necesario y te ahorras bastantes euros… Pero cuidado con el carburante: si nos dan el depósito lleno y no lo devolvemos así, nos pueden incluso cobrar la gasolina y un suplemento. Avis permite prepagar un depósito al recoger el coche.
Si no devuelves el coche en el plazo estipulado, los recargos pueden ser muy grandes, así que no intentes quedártelo un día más por muy mal que te venga. Las empresas de alquiler dan un periodo de cortesía de treinta minutos tras la hora límite de devolución. De lo contrario, te facturan un día más de alquiler. Todas las compañías penalizan por devolverlo en un sitio distinto de donde te lo llevaste, pero Avis además marca diferentes precios en función del enclave de la oficina en la que lo deposites: 47,08 – por entregarlo en la del aeropuerto, 17,97 en la de la estación de tren… y cuidado: Si es una estación con AVE serán 24,16 -. Si el vehículo, por ésta o por cualquier otra razón, está parado hasta que es devuelto a su oficina, también lo tendrás que pagar: En el caso de Europcar, con un día extra. Te encontrarás más recargos de entre 10 y 30 – por devolverlo sin triángulos, sin chaleco o sin documentación, y pueden cobrarte un extra hasta por la gestión de tus propias multas.