Toyota Land Cruiser: el regreso de la bestia

Desde que fue lanzado al mercado a finales de 2009 y hasta el cierre del ejercicio 2012, el Toyota Land Cruiser 150 ha sido el todoterreno con reductora más vendido del mercado. Pero, en los últimos tiempos, la fórmula tradicional de este purasangre japonés ha quedado al margen de las modas, algo que ahora su fabricante pretende remediar con una interesante puesta al día.


 

TOYOTA LAND CRUISER 3.0 D-4D 190 CV 5 P

  • Desde 39.200€. Versión GX con promoción de 3.200 euros incluida.
  • 3 años de garantía o 100.000 kilómetros.
  • Seguro a todo riesgo: desde 1.062 euros; a terceros: desde 291 euros.

Corría el año 2005 cuando el Nissan Pathfinder sustituyó al Terrano II, y el Toyota Land Cruiser pasó a ser el líder del mercado de todoterrenos con reductora, honor que ostentó hasta 2013 –obviando al Suzuki Grand Vitara, cuyas versiones de gasolina con carrocería de tres puertas carecen de marchas cortas y, por tanto, no pueden ser consideradas como todoterreno–. Pero esta realidad no ha impedido que sus ventas hayan ido cayendo paralelamente a las del resto de todoterrenos «de verdad», pasando de un pico de 9.059 Land Cruiser 100 y 125 matriculados en 2005 a los 596 Land Cruiser 150 y 200 registrados en 2013. Así que estaba claro que el emblemático TT necesitaba una renovación con la que intentar invertir esta tendencia, algo que el cambio de generación experimentado a finales de 2009 logró durante el año siguiente y que ahora esta «re-estilización» pretende repetir.

Para ello, Toyota ha optado por un rediseño exterior moderado, cambios interiores aún más discretos y algunos ajustes más o menos importantes en las suspensiones. En ningún caso se trata de modificaciones de calado, pero algunas de ellas resultan más interesantes de lo que parece.
nueva apariencia

Los grupos ópticos delanteros son el cambio más llamativo –aunque no el más importante–. En función de la versión, cuentan con luces diurnas mediante LEDs –en el caso de las terminaciones VXL y Limited– o con una luz de posición convencional –para los acabados GX y VX–, con una lámpara de halógena y un pequeño reflector. Las luces de cruce y carretera son halógenas en todos los casos, si bien el reflector de las cortas en los faros de los acabados superiores es una lente elíptica en lugar de la parábola esculpida del faro estándar y, aún más importante, un lavafaros eviatará que nos quedemos casi a oscuras tras superar unos cuantos barrizales como los de nuestra prueba.

Y es que la tan comentada ciclogéneseis explosiva que hemos vivido al final del invierno ha dejado nuestros recorridos habituales de pruebas por pistas de Segovia y Guadalajara con unos tremendos barrizales en los que el Land Cruiser ha tenido que emplearse a fondo y demostrar toda su raza.

La primera conclusión que sacamos es que un TT como este estará siempre un punto por encima de cualquier todocamino. Algunos de los barrizales que hemos superado con las ruedas de serie, las suspensiones de serie y la transmisión de serie del Land Cruiser habrían sido trampas mortales para la práctica totalidad de todocaminos del mercado. Quizás un Land Rover Freelander o un Range Rover Evoque habrían podido atreverse con los más de 45 centímetros de agua y barro de algunas de las pozas a las que nos enfrentamos –y en muchos casos era eso o darse la vuelta; no había alternativa–, pero para superar estos pasos habrían requerido inercia, decisión y algo de suerte para compensar el empuje de la reductora y la motricidad extra que proporcionan el bloqueo «real» del diferencial central, las suspensiones de largo recorrido y las elásticas ruedas de 76 centímetros de diámetro y 23,5 de perfil, las cuales, pese a no ser especialmente brillantes en barro, sí son netamente mejores que un neumático de perfil bajo, más rígido y con menor brazo de palanca.

Configuración de la gama

Pero si hasta aquí todo es para quitarse el sombrero, lamentablemente nuestro Land Cruiser no disponía de bloqueo del diferencial trasero –se monta solo en las versiones VXL automática y Limited–, un elemento que nunca hemos entendido que no esté disponible en las versiones más básicas, algo que Toyota tenía la oportunidad de haber solucionado en su nueva gama y no ha hecho. Si queremos el bloqueo trasero, deberemos pagar 13.500 euros –que es la diferencia entre un Land Cruiser GX y un VXL automático– por un montón de equipamiento que probablemente no queramos ni necesitemos.

El selector de los diferentes modos del control de tracción –denominado Multi-Terrain Select– y el control de avance lento o Crawl Control son parte de ese equipamiento extra. Nuestra unidad, dotada del acabado intermedio VX, carecía de estos elementos, que son en realidad algo que el verdadero usuario todoterrenero no echará en falta… o no tanto, al menos, como el mencionado bloqueo de diferencial trasero, que tendremos que adquirir como un accesorio de posventa no oficial –nos costará unos 1.000 euros–, arriesgándonos a invalidar la garantía de Toyota sobre la transmisión.


No hay grandes cambios en el interior. Según Toyota, los materiales de los revestimientos son mejores. La tapicería de piel es opcional.


Para siete. La tercera fila de asientos se incluye de serie a partir del acabado VX. Se pliega y abate fácilmente, queda sólidamente montada y cuenta con espacio suficiente para adultos en cortos desplazamientos.

Sistemas electrónicos

Precisamente, la presentación de los mandos de estos dispositivos electrónicos de ayuda a la conducción todoterreno es una de las novedades introducidas en este rediseño. Los sistemas en sí no cambian, por lo que podemos afirmar que siguen siendo poco útiles. Por ejemplo, el Crawl Control nos permite subir una cuesta abrupta a una velocidad controlada, pero si la inclinación es muy elevada o la adherencia muy baja, más nos vale desconectarlo, engranar la reductora, bloquear el diferencial central y coger toda la inercia que podamos en lugar de «programar» la velocidad de subida y esperar a que el Land Cruiser se pare en medio de la rampa con las ruedas patinando y siendo frenadas varias veces por segundo mientras el vehículo trata de avanzar inútilmente.

En cuanto al Multi-Terrain Select, funciona independientemente de los bloqueos de los diferenciales, a diferencia del sistema de Land Rover, que sí integra los bloqueos en la operativa del Terrain Response. Por tanto, los diferentes programas de control de tracción de Toyota son útiles en situaciones de «todocamino», ya que bloquean y liberan automáticamente los frenos de cada rueda de forma independiente para minimizar las pérdidas de motricidad sin que el conductor tenga que pulsar un botón, pero no realizan una distribución efectiva del par de avance disponible, cosa que sí hace un diferencial al bloquearse.

Aclarado este punto, nos parece interesante que los mandos de estos sistemas queden integrados en un módulo en mitad de la consola central, con un gran conmutador giratorio, pero encontramos más práctico el hueco con tapa que tenía en su lugar nuestro Land Cruiser VX, en el cual solo echamos en falta el mencionado bloqueo trasero y unos neumáticos verdaderamente aptos para rodar con garantías por cualquier superficie que no sea asfalto.

Suspensión más firme

Pero hay otras modificaciones verdaderamente interesantes. El tarado de las suspensiones es ahora ligeramente más firme, y se ha reducido también la elasticidad de la barra estabilizadora delantera. Hasta donde hemos podido comprobar, estos cambios no afectan negativamente a la motricidad del vehículo en las zonas más abruptas –donde el límite lo ponen mucho antes las cotas que la articulación de las suspensiones– y sí repercuten en una mayor sensación de estabilidad en curva e incluso hasta un mayor confort, ya que las oscilaciones de la carrocería al superar baches, acelerar, frenar o girar son menores; todo un acierto.

Toyota afirma también que los asientos traseros han sido modificados para facilitar el acceso a la tercera fila. Lo cierto es que el acceso es bueno, y la habitabilidad es uno de los fuertes del vehículo, cuyas plazas auxiliares son realmente útiles para niños o adultos ágiles y no demasiado corpulentos.
Aunque Toyota no menciona nada en su información de prensa, este rediseño ha traído consigo también modificaciones significativas de cara a la aerodinámica. Los retrovisores y los grupos ópticos traseros incorporan pequeñas aletas para «laminar» el flujo de aire y reducir la formación de vórtices, los guardabarros semi-rígidos montados por detrás de las ruedas posteriores crecen considerablemente y se conservan las medidas introducidas antes del rediseño, como los deflectores bajo el parachoques delantero –tanto delante de las ruedas como en la prolongación del faldón– y el limpiaparabrisas trasero carenado por el alerón sobre la luneta; todo para reducir los consumos homologados de 8,5 a 8,1 litros cada 100 kilómetros, consumo al que en la práctica hay que sumar un par de litros más.

Bajos. La suspensión delantera es independiente, pero muy robusta. Los brazos inferiores cuentan con nuevos soportes. La barra estabilizadora es ahora más gruesa, y también lo es el vástago de los amortiguadores, que además disponen de nuevos retenes. Atrás cambian también los amortiguadores, con pistones de mayor diámetro. Fíjate en la aleta longitudinal encargada de «romper» el vórtice que se forma detrás de la rueda trasera, más propia de un F1 que de un TT.

FICHA TÉCNICA

TOYOTA LAND CRUISER 3.0 D-4D 190 CV

MOTOR

Tipo

Diésel, 4 cilindros en línea

Posición

Delantero, longitudinal

Distribución

4 válvulas por cilindro. DOHC

Cilindrada

2.928 cm3 (96 x 103 mm)

Alimentación

Inyección directa por conducto común, turbocompresor de geometría variable e intercooler

Compresión

15:01

Potencia máx.

190 CV (140 kW) a 3.400 r.p.m.

Par máximo

420 Nm (42,82 kgm) a 1.600 r.p.m.

TRANSMISIÓN

Tracción

Total permanente (40/60%) con diferencial central autoblocante Torsen bloqueable al 100% y controles de tracción y estabilidad

Cambio

Manual, de 6 vel. o aut., de 5 velocidades

Embrague

Monodisco/convertidor de par

Grupo/Reductora

3,90:1/2,56:1

CHASIS

Tipo

De largueros, con carrocería independiente

Suspensión delantera

Independiente, de dobles triángulos, amortiguadores, muelles y estabilizadora

Suspensión trasera

Eje rígido con brazos longitudinales, barra Panhard, muelles, amortiguadores y estabilizadora

DIRECCIÓN

Tipo

De cremallera, con asistencia variable

Diám. de giro

11,4 metros

FRENOS

Delante y detrás

Discos ventilados/dicos ventilados

Ayudas

ABS, BA y EBD

DIMENSIONES Y PESOS

Long./anch./alt.

4.780/1.885/1.845 mm

Batalla

2.790 mm

Vía del./tras.

1.585/1.585 mm

Masa en O.M.

2.290 kg

Depósito

87 litros

Maletero

104-553-1.833 litros

RUEDAS

Llantas

Aleación, de17 o 18″

Neumáticos

245/70-17 o 255/60-18

PRESTACIONES

Velocidad máx.

175 km/h

0 a 100 km/h

11,7 seg.

CONSUMO

Consumo

Man.: 7,3/8,2/9,8. Aut.: 7,1/8,1/9,7 l/100 km

Autonomía

Man.: 1.060. Aut.: 1.074 km

Emisiones CO2

Man.: 271. Aut.: 213 g/km

FÍJATE EN: El consumo medio homologado con el cambio automático es más bajo que el obtenido con el cambio manual, algo que no tiene lógica en este caso en el que la caja automática tiene una relación menos y un convertidor de par convencional que queda parcialmente acoplado en numerosas situaciones. Hay dos medidas de neumático disponibles en función del equipamiento. La de perfil más alto es más adecuada para campo.

BANCO DE POTENCIA

3.0 D-4D 190 CV euro 5

Potencia máxima: 191,96 CV a 3.244 r.p.m.

Par máximo: 453,55 Nm a 2.028 r.p.m.

El veterano tetracilíndrico de tres litros es ruidoso, vibra y tiene un rendimiento pobre en relación con los motores V6 3.0 de rivales como el Jeep Grand Cherokee o el Nissan Pathfinder. Frente al 3.2 también tetracilíndrico del Mitsubishi Montero –en trazos discontinuos–, ofrece un rendimiento superior en la zona baja del cuentarrevoluciones. El bache en las inmediaciones del ralentí es debido al convertidor de par.

LA OPINIÓN TT

El descuento promocional de lanzamiento de 3.200 euros hace muy interesante la compra del Land Cruiser, que es un TT «como la copa de un pino» que ha experimentado mejoras dinámicas moderadas pero interesantes. La imposibilidad de montar el bloqueo trasero en las versiones básicas es su principal inconveniente.

EQUIPAMIENTO

GX

CONFORT Y LUJO

Asiento del calef./memoria

VX/Limited

Asientos del. ajuste altura

Cargador de CD

No

Climatizador

Conexiones AUX/USB

Cristales tintados

VXL

Navegador

VXL

Llantas de 17″

Luneta practicable

Pintura metalizada

725 e

Radio CD con MP3/WMA

Techo solar corredizo

VXL

Video en plazas traseras

Limited

Volante cuero regul. alt./prof.

Sí/Sí/Sí

FUNCIONAL

3.ª fila de asientos

Asist. arranque pendientes

Limited

Bluetooth

Cámara visión periférica

VXL

Cámara visión trasera

VX

Control presión neumáticos

Control de vel./adaptativo

Sí/Limited

Diferencial tras. bloqueable

Limited

Faros antiniebla delanteros

Faros de xenón

No

Ordenador de a bordo

Retrov. ext. aut. plegables

VX

Retrov. ext. eléct./calefac.

Sí/Sí

Rueda repuesto normal

Sensores parking del./tras.

VXL/VXL

Sensores de luz/lluvia

VXL/VXL

Toma corriente 12/120V

Sí/Sí

SEGURIDAD

ABS, BA y EBD

Airbags front./lat y de cortina

Alarma

Control de estab. y tracc.

Control de descenso ptes.

Detector ángulo muerto

VXL

Sistema de pre-colision

Limited

Suspensión adaptable

VX

COTAS

Ángulo de ataque

32º

Ángulo de salida

25º

Ángulo ventral

158º

Profundid. De vadeo

70cm

Altura libre

22 cm


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