Recorremos el Parque de Monfragüe de sur a norte de la mano de nuestra Toyota Proace. Desde Trujillo, hasta a Plasencia se abren otras opciones que lo convierten en una ruta para todos los gustos. Una tierra a la que le ha costado mantenerse virgen y con su naturaleza intacta. Embalses, una central nuclear y muchas repoblaciones artificiales no han sido suficiente para destrozar un santuario natural. Monfragüe ha sobrevivido a todas estas amenazas y hoy es el refugio de la mayor comunidad de Buitre negro de España y el paraíso de la esquiva cigüeña negra. Los amantes de la biodiversidad saben que es un lugar único.
¿Te gusta el arte, dormir bajo las estrellas y disfrutar del vuelo de un grupo de buitres sobre un tramo del rio Tajo? Pues claro. Todo el mundo disfruta con esa sensación de estar en un hábitat diferente. Lejos del mundo, pero cerca de todo. Sabiendo que podemos llevar nuestra super cámara fotográfica, pero con la posibilidad de descansar después de un buen almuerzo en una venta de carretera, la vida se ve de otra manera.
Esa es la posibilidad que nos ofrece la nueva Toyota Proace Camper. Lo cotidiano se vuelve diferente cuando tenemos uno de los vehículos más versátiles y polivalente que tenemos en el mercado. Una factoría de ocio, que nos permite pasar de la ciudad al campo casi sin despeinarnos.
Comenzamos por Trujillo, en tierra de conquistadores. La ciudad se divide en dos partes diferenciadas: la villa, que es la parte medieval más antigua, y la ciudad extramuros, que creció al desbordarse la anterior a partir del siglo XVI. La zona de autocaravanas que hay junto a la Plaza de Toros, es un buen lugar para intercambiar experiencias.
Paseando por sus calles vemos los vestigios de las culturas musulmanas, judía y cristiana que aquí convivieron. Por cada rincón hay tesoros ocultos por descubrir.
Hay que echarle tiempo y empaparse de lo regio de esta ciudad. Trujillo es tan internacional que hasta fue el escenario de la mítica batalla final de la séptima temporada de Juego de Tronos, y que ahora es meca de los frikies de GoT.
La gastronomía de Trujillo también merece una mención, en cualquiera de los restaurantes de su plaza se puede disfrutar de toda su cultura gastronómica alrededor del cerdo y mientras nos despedimos de los atardeceres de Trujillo, aprovechamos para llevarnos un buen sabor de boca y comprar dulces en el convento de San Francisco el Real y San Pedro.
En un recorrido por Monfragüe, se agradece que la tecnología y el equipamiento de la Toyota Proace Camper estén de nuestro lado. Podemos elegir tres variantes de equipamiento para que no nos falte de nada o dotar al vehículo de una determinada personalidad: Outfun, Nomad y Nomad Plus.
Lo más espectacular es su techo elevable que una vez levantado sube la altura del vehículo por encima de los 2,50 metros fácilmente desplegable. Dos enganches, sumamente seguros, un fuerte empujón y el sistema hidráulico impulsa el techo hacia arriba, y ya tenemos una amplia cama adicional con tres ventanas, con mosquitera para evitar posibles visitantes voladores.
La calidad del equipamiento marca la diferencia. La tela plegable de gran calidad nos aísla del exterior y a la vez proporciona con muy pocas maniobras una enorme cantidad de espacio adicional que casi multiplica por dos la habitabilidad de la Proace.
La movilidad de la Toyota Proace Camper demuestra su utilidad en este tipo de recorridos. Las dos versiones, con 120 CV y 150 CV, que podemos encontrar en el mercado cubren ampliamente nuestras necesidades. Las seis velocidades de su transmisión manual lo convierten en un vehículo sumamente polivalente y son un buen ejemplo de la gama Toyota Se Adapta. Es asombroso como lo cotidiano es cada vez más polivalente.
Vamos hacia el norte, camino del Parque Nacional de Monfragüe. Durante mucho tiempo se le conoció como Aldea de Trujillo, hasta que en la década de los 90 recuperó su nombre. Un pueblo tranquilo, donde se puede escuchar el agua de la fuente y ver la sombra de su iglesia dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Una iglesia única en cuanto a su orientación, si bien casi todos los pies de los templos religiosos están orientados al oeste, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario está orientada hacia el este. Aquí el menú típico lo constituye la sopa de tomate, el frite, el revuelto de criadillas, las migas y el aguadillo de pamplinas. Y como postre huevecillos y pestiños.
Torrejón es una villa situada en la orilla izquierda del Tajo. Ya existen pinturas rupestres de los primeros habitantes de esta población, en la denominada covacha de Monfragüe. Dentro del pueblo destaca el Cuartel Viejo, la parroquia de San Miguel Arcángel y el castillo, ya en pleno Parque de Monfragüe.Además es otro de los puntos en los que montar el campamento para hacer rutas por el Parque Nacional de Monfragüe, todo un santuario para aquellos que adoramos la Naturaleza. Fresnos, encinares, sauces y alcornoques pintan el paisaje, y la covacha de Monfragüe ofrece interesantes pinturas rupestres.
Y hablando un poco de comida, para los más golosos Torrejón es su destino. Bollos de chicharrones, buñuelos y floretas. Buenísimos.
Camino de Monroy se entiende mejor la forma de vida en esta tierra. Ese paisaje tan típico de la dehesa extremeña se injerta entre los pueblos más carismáticos de la zona. Un buen ejemplo es Monroy, que presenta su castillo en plena Plaza Mayor, para demostrar que es parte fundamental de la vida cotidiana. Esa misma plaza o sombra de una encina a las afueras puede ser también el lugar de un buen descanso o el lugar para iniciar una excursión en bicicleta porque la Toyota Proace viene también equipada con su trasportín para llevar nuestras queridas bicis.
El siguiente destino es un punto obligado en el Parque: el salto del Gitano. Aquí, el Tajo rompe la sierra de las Corchuelas en un cortado donde podremos disfrutar de las ruinas del castillo de Monfrague, del Tajo, las buitreras y el monte. Es un lugar privilegiado para los amantes de la observación de aves.
Su nombre en realidad es Roquedo de Peña Falcón. Además del Salto del Gitano, el Parque tiene, además, otros miradores bien acondicionados para observar la avifauna del parque. La Serrana, la Tajadilla, la Báscula, la Higuerilla y la Portilla del Tiétar.
En Monfrague, el Tajo hace honor a su nombre. El río se encuentra encajonado entre la sierra del Serretón y la Sierra de las Corchuelas, en un profundo tajo de hasta 300 m, donde habita la mayor densidad de Buitre negro de España.
En una de las zonas de descanso, podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación. El vehículo dispone de un toldo exterior que se despliega y permite que disfrutemos fuera de una buena comida a la sombra o protegidos de la lluvia. Una sencilla manivela incorporada y unas patas que permiten casi duplicar el espacio habitable. La mesa escondida bajo la segunda fila de asientos sirve tanto para exterior como para el interior, una vez hayamos girado los asientos delanteros sobre su propio eje para configurar el salón.
Para solucionar los temas de energía, se ha dispuesto una toma exterior de 220v que da corriente directa dentro del habitáculo y de paso carga la batería auxiliar, añadiendo un fiable sistema de seguridad con diferencial por si hay sobrecargas.
Seguro que esta energía extra la agradecemos en un lugar como Villarreal de San Carlos, que para muchos es la puerta simbólica al Parque de Monfragüe. Esta pedanía es realmente la puerta de entrada al Parque. En Villarreal están los dos centros de interpretación del Parque Nacional de Monfragüe y el del Agua, donde nos explicarán la vida y la riqueza de este parque. De hecho, tomando Villarreal de San Carlos como centro de inicio de estas rutas, podemos dejar aparcada la AC y subir al Castillo, recorrer las riberas del Arroyo de Malvecino.
En esta vida seudonómada, hay que recordar a todos los pastores que realizaban, la trashumancia por la zona y pasando por Malpartida de Plasencia. Está enclavada en un cruce de cañadas ganaderas de trashumancia y eso le marca su carácter. Su riqueza se basa principalmente en la agricultura y la ganadería. Desde Malpartida también empiezan innumerables rutas que recorren el conjunto natural que la rodea, como la ruta del Robledo o la del Camino viejo de Cargüera. Es otra de las bases principales para adentrarnos en el Parque.
Mas al norte, ya tenemos Plasencia, El Jerte es el que baña esta ciudad fundada por Alfonso VIII de Castilla en el siglo XII. Ciudad clave para la Reconquista, que le han dejado una riqueza cultural de las más eclécticas de la península.
Imprescindible cuando se viaja a Plasencia es ver su Catedral y Vieja y la Catedral Nueva. La vieja, románica, la nueva, plateresca. Una es extensión de la otra y su punto de unión es el claustro. La Plaza Mayor es el centro del casco histórico. De aquí salen todas las calles que se reparten en tres barrios, el de los Clérigos, los Mercaderes y los Caballeros. En la Plaza Mayor encontramos al abuelo Mayorga, un autómata que marca las horas en el edificio del Ayuntamiento. Nuestra Toyota Proace Camper también se adapta a este territorio…
