Así funcionan las nuevas rotondas holandesas que están llegando a España

Javier Jiménez
Javier Jiménez
Algunas ciudades como Sevilla, Bilbao o Logroño ya cuentan en sus calles con este modelo de glorieta que concede prioridad a los ciclistas que circulan por su interior. A continuación, te contamos todo lo que debes saber acerca de las nuevas rotondas holandesas.

Como su propio nombre indica, las rotondas holandesas surgieron hace unos años en los Países Bajos. A pesar de que el término puede resultar relativamente novedoso para algunos usuarios, este tipo de intersecciones resulta bastante habitual en países con mayor tradición ciclista como Bélgica, Francia o Reino Unido, donde la bicicleta es un medio de transporte muy popular. Ahora, fruto de la evolución hacia el modelo de movilidad sostenible que están viviendo las infraestructuras de las grandes ciudades, diferentes territorios de nuestra geografía ya cuentan con este tipo de glorietas.

El auge de los vehículos de movilidad personal (VMP) como los patinetes eléctricos y las bicicletas también ha supuesto un importante impulso para la puesta en marcha de las primeras rotondas holandesas en nuestras carreteras. Sin embargo, al tratarse de un sistema relativamente novedoso, son muchos los conductores que aún desconocen cómo deben circular correctamente por estas intersecciones. Por ello, queremos despejar todas las dudas relacionadas con esta cuestión.

Así funcionan las nuevas rotondas holandesas que están llegando a España

En realidad, el funcionamiento de las rotondas holandesas es bastante similar al de una rotonda convencional. La principal diferencia entre ambas tiene que ver con la existencia de un carril específico para bicicletas en su arco exterior, que viene delimitado en un color distinto al de la calzada, y tiene prioridad sobre el resto de vehículos. El principal objetivo detrás de este tipo de rotondas es mejorar la fluidez y la seguridad de las zonas por las que circulan de manera habitual los ciclistas.

De esta manera, cualquier vehículo motorizado que vaya a entrar o salir de una rotonda de este tipo, tendrá la obligación de ceder el paso a las bicicletas que circulen por el perímetro delimitado. Por lo demás, las condiciones de circulación son idénticas a las de cualquier glorieta: los conductores deben ceder el paso a los vehículos que ya se encuentran dentro de ella y una vez en su interior hay que situarse en el carril más apropiado en función de la salida que se vaya a tomar. En el momento de abandonar la glorieta, deberemos situarnos con antelación en el carril exterior de la misma.

Asimismo, alrededor de las rotondas holandesas también podemos encontrar una serie de pasos de peatones que dan prioridad a estos usuarios. En cualquier caso, las bicicletas también estarán obligadas a detenerse para ceder el paso a los viandantes.

Con esta herramienta, Tráfico busca reducir el número de atropellos a ciclistas en las rotondas convencionales. Recordemos que este colectivo continúa siendo a día de hoy uno de los más vulnerables en nuestras carreteras. Y es que, según los datos que maneja la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA), durante 2015 y 2019 se registraron en España más de 45.000 siniestros con víctimas en glorietas giratorias. Una cifra bastante preocupante que se traduce en más de 300 muertos y 58.000 heridos.