El nuevo Audi Q7, que ya está disponible en España, pesa 325 kilogramos menos que la primera generación: motor, asientos, carrocería, frenos… La lista de elementos que se han aligerado es larga. Y en ella se incluye el sistema de transmisión, que además es un prodigio técnico.
Las piezas que lo componen se han mejorado e integrado mucho mejor en la mecánica y en los sistemas electrónicos del modelo, las cuales podemos dividir en dos apartados: el cambio Tiptronic y la tracción Quattro tan conocida de esta marca alemana.
De esta forma, el Audi Q7 de segunda generación estrena un sistema de transmisión desarrollado desde cero que pesa 20 kilos menos. Además, un nuevo diferencial central Quattro sustituye a la anterior caja de transferencias, integrándose en el cambio Tiptronic
Ocho velocidades muy eficientes
El cambio Tiptronic es nuevo, más eficiente y suave. Esto se ha conseguido combinando un sistema clásico de transmisión con convertidor hidráulico de par junto con varias novedades que permiten que el motor funcione siempre cercano a su régimen ideal, mientras que también se ha conseguido un desarrollo en la marcha más larga que permite al motor funcionar a bajas revoluciones. Todo esto tiene una ventaja muy importante: favorece el consumo de combustible y se rebajan las emisiones de escape. Por otro lado, las marchas inferiores tienen ahora una relación más corta para ofrecer una respuesta más deportiva.
Así es como el nuevo Q7 ofrece al conductor una gran eficiencia según las condiciones del firme y sus propios gustos. Puede seleccionar los modos automáticos Tiptronic D y S, o cambiar de marcha manualmente a través de la palanca ubicada en la consola central. Una tercera opción permite que se haga mediante las levas en el volante, que se incluyen de serie en toda la gama.
Otra de las innovaciones en este apartado es el nuevo amortiguador torsional de vibraciones, que permite que el motor funcione correctamente a regímenes de giro extremadamente bajos. En cuanto a la función Stop/Star, un acumulador hidráulico la protege, por lo que a la hora de volver a ponerse en marcha el motor se controla y dosifica el nivel de aceite para que la transmisión esté lista inmediatamente.
Como guinda al apartado de novedades del cambio Tiptronic, todos los «trabajos» que realiza se gestionan mediante el sistema MMI Navegación plus opcional, sistema multifunción que incluye una pantalla táctil.
Rapidez con el sello Quattro
Como hemos comentado, uno de los puntos importantes del nuevo Audi Q7 es que el diferencial central autoblocante está ahora integrado en el cambio Tiptronic descrito en el apartado anterior.
La unión hace la fuerza y la rapidez. Este aspecto destaca sobre el resto, pues la tracción total ofrece un reparto de la potencia de forma instantánea. En condiciones normales, el diferencial distribuye esa potencia en una proporción de 40:60 entre los ejes delantero y trasero respectivamente.
Pero si las ruedas de uno de los ejes pierden la adherencia, la relación varía para que se pueda llegar a transferir hasta un máximo del 70 por ciento de la fuerza al eje delantero y un 85 por ciento al eje trasero, mejorando la efectividad y precisión del modelo anterior.
Por supuesto, protagonista también en este sistema ha sido la reducción del peso del conjunto, conseguido mediante el rediseño del diferencial del eje trasero, que ahora se une al eje posterior mediante cuatro puntos de anclaje en vez de tres, lo que permite utilizar cojinetes para mejorar el confort.
Un último apunte sobre la mejorada tracción Quattro del Q7 de 2015: lleva un software inteligente que permite el control selectivo de par en cada rueda.
Los responsables de Audi han sabido perfectamente qué puntos clave mejorar en esta segunda generación del SUV, y todo ello se traduce en un coche que es más ágil, ligero y eficaz.
