El motor y el chasis están fabricados en acero, pero el resto del coche ha sido imprimido en plástico, contando de este modo con una estructura ligera. Dicha estructura se compone de una sola pieza; así es como se simplifica el proceso de producción, ya que no hace falta ensamblar distintos elementos para completar el vehículo.
El Urbee-2 es un híbrido de tres ruedas. Su creador, James Kor, dueño de la empresa Kor Ecologic, ha prometido que someterá al coche a todas las pruebas que se le pidan para demostrar su seguridad. Uno de sus objetivos ha sido minimizar el efecto contaminante del vehículo tanto durante su funcionamiento, como para su fabricación y achatarramiento -es altamente reciclable-. Kor pretende que el Urbee-2 use «el mínimo de energía posible por cada kilómetro».
Las impresoras 3D han ido abaratándose en los últimos tiempos, y las más baratas -las ZPrinter 150 y ZPrinter 250– cuestan hoy poy hoy en torno a 12.000 euros. Mediante impresión 3D se han fabricado ya armas, prótesis e incluso células madre para reconstruir tejidos.