Así, por ejemplo, existen radares de pórtico que utilizan una cámara digital convencional y un flash convencional, y es posible verlos disparando por la noche. Y la mayoría de los radares montados en coches camuflados también usan un flash convencional. Para que te hagas una idea, los radares más comunes en España, el Multanova 6F -puede ser fijo o montarse en vehículos radar- y el Autovelox 105 -láser, que también puede montarse como fijo o en un vehículo-, emplean cámaras con flash convencional, del que se ve el destello blanquecino cuando se utiliza.
Sin embargo, los radares más modernos no usan cámaras digitales convencionales, sino cámaras de vídeo infrarrojas, que funcionan mucho mejor independientemente de las condiciones de luz. Estas cámaras, que realizan sólo fotos en blanco y negro, también emplean iluminadores de noche, pero son ‘flashes’ de diodos led infrarrojos y resultan casi imperceptibles… salvo porque, cuando actúan de noche, parecen levemente iluminados en rojo.
Una última posibilidad, cuando es necesario registrar fotografías en color -ocurre, por ej., en EE.UU.-, es que los radares utilicen cámaras de vídeo en color con iluminadores mediante rayos ultravioletas, que resultan prácticamente invisibles al ojo humano pero que logran resaltar el color de los objetos.