En la actualidad, hay que tener muy presente que diariamente se emiten una gran cantidad de gases contaminantes a la atmósfera y parte de esos gases son generados por motores utilizados por coches, motos, barcos y aviones, entre otros.
El motor de combustión interna que lleva nuestro vehículo, por su forma de funcionar, no es capaz de quemar de forma total el combustible en los cilindros, provocando que el vehículo expulse por ese sistema de escape gases nocivos para la salud y para el medio ambiente.
A fin de reducir o evitar estos componentes nocivos es posible influir sobre la composición de los gases de escape aplicando numerosas medidas en la técnica del motor y efectuando tratamientos posteriores.
Tanto en Europa como a nivel mundial, se han emitido decretos y disposiciones legales con miras a la reducción de las emisiones contaminantes que se expulsan al medio ambiente. A raíz de ello se crean las normativas europeas sobre emisiones contaminantes denominadas norma EURO y expresadas como «EU1» que han ido evolucionado hasta la «EU6».
Uno de los sistemas incorporados en los vehículos para cumplir estas normativas es la válvula EGR (Exhaust Gas Recirculation) recirculación de los gases de escape. La válvula EGR es la encargada de hacer recircular los gases de escape del colector de escape al colector de admisión. Su tamaño para un coche diésel es mayor y para un coche de gasolina, si la incorpora, es más reducida.
El sistema EGR solamente está activado a unas ciertas revoluciones del motor y a temperaturas concretas. Los gases de escape reciclados contienen también partículas de hollín además de los contaminantes gaseosos, sobre todo en los vehículos diésel. La EGR suele estar abierta a bajas revoluciones del motor y cuando éste alcanza temperatura suficiente.
Mientras permanece abierta y que la potencia del motor es menor. Si aceleramos, la válvula EGR se cierra para aumentar la potencia del motor. Si circulamos a una velocidad constante por autovía, el motor no necesita tanta potencia y la EGR queda abierta para conseguir reducir la contaminación.
Pero, ¿qué tipos de válvulas EGR hay?
En la actualidad hay dos tipos de válvulas EGR, aunque la función de ambas es la misma, independientemente de como sea su funcionamiento. Depende de cómo sea la forma de abrirse, bien mecánica o electrónica.
Válvulas EGR mecánicas o neumáticas
Suelen tener un mecanismo sencillo y el coste de este tipo de válvulas es más reducido. Son de las primeras válvulas EGR que se comenzaron a montar en los motores y se denominan neumáticas o mecánicas. Son accionadas mediante un sistema de depresión o vacío, a través de una electroválvula controlada electrónicamente. La electroválvula de vacío se encarga de abrir o cerrar interiormente la válvula EGR, en función de las revoluciones del motor, posición del pedal del acelerador, temperatura del motor etc.
La unidad de control del motor actúa sobre la electroválvula que abre el paso de vacío hacia la EGR, con lo cual la succión genera que se venza la fuerza del muelle interior y se levante la válvula, momento en el que parte de los gases de escape pasan de nuevo hacia el colector de admisión y vuelven a ser quemados en el interior de los cilindros.
Válvulas EGR eléctricas
Este tipo de válvulas no funcionan con electroválvulas de vacío, sino que trabajan de forma autónoma. En función de la temperatura de motor, velocidad del vehículo, rpm etc. la unidad electrónica de motor actúa sobre el solenoide que lleva interiormente incorporada la EGR, abriéndola o cerrándola.
En definitiva, son más modernas y más seguras, pero, por el contrario, son más delicadas y más caras si hay que sustituirlas. Los vehículos que incorporan este tipo de válvula EGR tienen un testigo en el cuadro de instrumentos que se enciende en caso de avería o funcionamiento anómalo de ésta.
Válvula EGR Refrigerada
Este tipo de válvula de recirculación de gases de escape incorpora un sistema de refrigeración alimentado por el refrigerante del motor, consiguiendo que la temperatura de los gases de escape se reduzca considerablemente para disminuir las emisiones de oxido de nitrógeno, se genere menos carbonilla y al reducir la temperatura evita problemas en componentes eléctricos generados por el calor.
Válvula EGR de alta presión
Este tipo de válvula EGR está montada entre el colector de escape y el colector de admisión. En este sistema los gases del circuito de escape se toman antes del turbo, con lo cual entran muy calientes y arrastran muchos residuos de la combustión del motor, provocando a la larga obstrucciones en el sistema de admisión.
Sistema de Válvula EGR de baja presión
Es uno de los sistemas mas eficientes de recirculación de los gases de escape. Los gases no pasan directamente al motor desde la válvula EGR, sino que son extraídos del filtro de partículas y de éste pasan por el radiador refrigerador de la EGR. Así se consigue que los gases después del turbo y de los componentes anticontaminación, entren a baja temperatura y con apenas residuos de la combustión.
Este tipo de EGR consigue que la emisión de óxidos de nitrógeno sea menor, mejor eficiencia del motor, menos obstrucciones del conducto de admisión y mejor respuesta del turbo.
Las averías frecuentes en EGR neumáticas son provocadas por la rotura de algún componente electro-neumático que hace que abra y cierre la EGR, teniendo un coste aproximado de 80 euros en caso de sustitución.
Las averías frecuentes de una EGR eléctrica suele ser agarrotamiento o avería electrónica, pudiendo reprogramarla con el equipo de diagnosis o procediendo a sustituirla totalmente, rondando su coste, una media de 200 eirps en adelante.
En caso de avería de la EGR sea neumática o eléctrica los síntomas en los vehículos son tirones, ralentí brusco o potencia deficiente poniendo el vehículo en fase degradada o de emergencia y siendo conveniente no circular para no provocar contaminación y poner en riesgo nuestra conducción.
La vida útil dependerá del tipo de conducción y del tipo de aceite que lleve el motor debiendo utilizar lubricantes que el fabricante recomiende para que el sistema de recirculación de gases de escape, válvulas del motor, colectores de escape y admisión, acumulen menos cantidad de hollín y la entrada de aire por la admisión y la salida por el escape sea lo más limpia posible, evitando así en la medida de lo posible la obstrucción de los conductos.
En ambos casos y con una EGR en mal estado, la ITV no será favorable, destacando que, si un sistema de EGR se encuentra en mal estado y con mucho hollín, no bastará con echar un aditivo para la limpieza, ya que es difícil desprender esa carbonilla.
Cualquier sistema que reduzca las emisiones de gases contaminantes resulta muy importante para evitar problemas de salud y conlleve el respeto hacia el medio ambiente.
[sf_btn type=»default» txt=»¿Quieres recibir nuestra newsletter? Haz clic aquí» url=»https://news.luike.com/registro-autofacil-luike-news»]