En la actualidad, se venden muchos más coches con caja de cambios automática, muchos más que manuales. Gran parte de la culpa es que cada vez hay más coches híbridos y eléctricos, y en estos casos los cambios son siempre automáticos (salvo en algunos microhíbridos).
Como cualquier elemento mecánico del coche, las cajas de cambio automática tienen un mantenimiento. Hay fabricantes que afirman que en sus cajas no hay que realizar ningún mantenimiento durante toda la vida del coche pero, aún así, nosotros siempre recomendamos que al menos se sustituya el aceite del cambio cada 60.000 kilómetros, pues es una operación asequible que puede evitarnos futuros quebraderos de cabeza y caras averías.
Pero, además, hay que saber tratar la caja de cambios automática. Efectivamente, para conducir un coche de este tipo basta con poner la D cuando queramos avanzar hacia adelante, la R cuando queramos ir hacia atrás y la P cuando aparquemos. Hasta aquí está todo claro.

Ahora bien, hay un detalle que puede provocar problemas en la caja a largo plazo si lo repetimos habitualmente: poner la P de golpe o dejarla puesta sin freno de mano.
La P de una caja de cambios automática viene de Parking. Por tanto, no hay duda, cuando vayamos a dejar nuestro coche automático aparcado, lo suyo es dejarlo en la P. Ahora bien, para ponerla, hay que tener un mínimo de cuidado para evitar posibles problemas a largo plazo.
Basta con un par de segundos de paciencia
En realidad, el truco es muy sencillo: basta con que sólo pongamos la P cuando el coche esté completamente detenido, y que no dejemos de pisar el pedal del freno hasta que nos cercioremos que el freno de mano está activado.
Muchos conductores optan por poner la P con rapidez, aunque el coche se esté desplazando levemente. Otros, dejan el coche aparcado sin freno de mano, de manera que e coche se queda rebotando cuando ponemos la P.

¿Por qué sucede esto y por qué es malo? Pues bien, lo que ocurre cuando ponemos la P es que bloqueamos de forma mecánica la transmisión, de manera que el coche no se va a mover. Sin embargo, hacerlo de golpe, o dejar el coche por ejemplo en cuesta con la P y sin freno de mano, hará que a largo plazo forcemos el sistema de bloqueo de la transmisión automática.
Es probable que mucha gente haya tenido un cambio automático y, aunque no haya tenido este cuidado, nunca haya tenido problemas. Sin embargo, dejar descansar todo el peso del coche, o detener su inercia a través de la caja supone un esfuerzo inútil e innecesario. Y, a la larga, puede provocar desajustes en el cambio.
Hay quien recomienda pasar de D o R a N (que es punto muerto), poner el freno de mano y, después, poner la P. Es una forma muy correcta de hacerlo, pero en realidad basta con que nos aseguremos con el pedal de freno que el coche está completamente detenido antes de poner la P, y que lo mantengamos pisado hasta que nos aseguremos que el freno de mano está conectado.
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