Y aún hay más: el reto se realizó a 85 pies de altura (26 metros). Se trata de un tramo histórico, el puente Hemishofen que cruza el Rin en el norte de Suiza y que mide 285 metros de largo.
Los responsables de preparar y realizar la hazaña el 16 de junio tuvieron que cambiar los neumáticos para adaptar el Land Rover Discovery Sport a las vías de acero y así poder tirar del tren de lujo. La empresa Aquarius Railroad Technologies fue la responsable de hacer esta adaptación, la única realizada en el coche, que ha «tirado» de todas sus capacidades de arrastre y potencia aprovechando, especialmente, el sistema All Terrain Progress Control (ATPC), que permite un control constante de la velocidad en muy diversos terrenos.
Así, el SUV inglés, impulsado por un motor diésel de 180 CV, 2.000 cc y proporcionando 430 nm. de par, arrastró el peso equivalente a un Boeing-757. Exactamente 108 toneladas correspondientes a tres vagones de tren.
Un «viaje» insólito, espectacular, a lo largo de 10 kilómetros sin modificar en absoluto el kit de distribución y en conducción semiautomática. Eso sí, aprovechando al máximo las diferentes tecnologías de control de tracción, potencia y frenado del modelo de serie.
«Ésta es la prueba de remolque más extrema que he hecho en mi vida», asegura Karl Richards, Ingeniero Jefe de Sistemas de Control de Estabilidad del Grupo Jaguar Land Rover. Viendo las imágenes y el espectacular vídeo€ ¡no nos extraña!