Las dimensiones crecerán en el nuevo Golf: Su longitud aumentará 56 milímetros, hasta los 4.255 mm, y su anchura se elevará 13 mm hasta los 1,8 metros. No obstante, será 28 milímetros más bajo (1,45 metros). El maletero se amplía de los actuales 350 litros hasta 380 litros de capacidad.
Su interior es más amplio y más ergonómico para el conductor, con la palanca de cambios más a mano y los pedales en una posición más cómoda: El freno de mano electrónico ha permitido liberar más espacio para albergar objetos.
También se han desvelado ya datos de equipamiento: El Golf VII contará con cinco modos de conducción –Sport, Eco, Normal, Individual y Comfort-, tres pantallas en su interior -de 5, 5,8 y 8 pulgadas, ésta última táctil; el navegador se podrá actualizar gratuitamente durante los tres primeros años-, sistema de aparcamiento automático, control de crucero con sistema de frenado de emergencia si se circula por debajo de 30 km/h, alerta de cambio de carril y bloqueo electrónico del diferencial.Pero la gran novedad será el freno multicolisión: Cuando el coche recibe un impacto trasero, automáticamente acciona los frenos para evitar golpear al vehículo de delante.
Los datos proceden de la presentación en Wolfsburg a la que Volkswagen llevó esta semana a un reducido grupo de periodistas, para que descubrieran de primera mano los detalles del nuevo Golf VII. Según lo que ha trascendido del acto, el Golf VII ofrecerá un motor 1.4 gasolina de 140 CV y cambio DSG de siete velocidades, con la tecnología de desconexión de cilindros para ahorrar combustible del Grupo VAG. Gracias a ella, logra un consumo mixto de 3,99 litros a los 100 km y unas emisiones de 112 gramos de C02 por kilómetro recorrido. También habrá un diésel 1.6 de 105 CV, que emitirá menos de 100 gramos de C02 por km y consumirá 3,6 litros/100 km.