No hace ni 2 años que Volvo anunciaba su plataforma de nueva generación, la SPA –Scalable Product Architecture-, a la que ahora se unirá la CMA –Compact Modular Architecture-, que ha sido desarrollada en colaboración con Geely, empresa china propietaria de los suecos. Esta arquitectura estará disponible para 2017 y servirá como base para todos los modelos compactos de la marca, estrenándose, presumiblemente, con la segunda generación del V40, prevista para ese mismo año.
Así, los costes de fabricación se reducirán de forma drástica gracias a la utilización de solo estas dos estructuras –CMA para los modelos compactos y SPA para los más voluminosos, entre los que está la actual generación del XC90, que la estrenó-. La CMA permitirá combinar todo tipo de motorizaciones Drive-E –tanto diésel como gasolina- de 4 cilindros y con potencias comprendidas entre los 100 y los 300 CV.
Además, integrará versiones híbridas y podrá incluir diferentes sistemas de conectividad, seguridad y multimedia. Del mismo modo, podrá integrar sistemas de conducción semi-autónoma o autónoma, con los que seguro contará el XC40, otro vehículo que se asentará sobre ella. El 100% de su fabricación, por el momento, se dará en la planta belga de Ghent, donde Volvo acaba de invertir 200 millones de euros y de la que se espera que salgan unas 800.000 unidades anualmente.