Conducir puede convertirse en una acción casi automática. Normalmente, el coche se emplea como herramienta de desplazamiento para acudir al lugar de trabajo, repitiendo cada día el mismo trayecto… pero también sucede en viajes más largos, donde la monotonía suele ser la tónica habitual. Son estas repeticiones las que provocan la aparición de los malos hábitos al volante. Prácticas que ponen en peligro nuestra integridad, la de los ocupantes y la del resto de usuarios de la vía.
Por eso mismo, a modo de repaso, y para evitar seguir repitiendo esta mala praxis, hemos realizado una lista con los 10 peores hábitos al volante según la Dirección General de Tráfico (DGT). Todo ellos son bastante comunes y, de hecho, totalmente conscientes por parte de quien los hace. Sin embargo, otros no son tan conocidos, por lo que repasarlos puede venir bien para corregirlos y mejorar la seguridad al volante.
Los 10 peores hábitos al volante según la DGT

1. No llevar puesto el cinturón de seguridad
A estas alturas, conducir sin el cinturón de seguridad es un mal hábito al volante cada vez menos común. Sin embargo, todavía quedan conductores que no lo emplean. Desde 1975 es obligatorio y está totalmente demostrado que su uso previene consecuencias fatales en caso de accidente. Más concretamente, en caso vuelco, reduce el riego de muerte en un 77%. Según datos del organismo dirigido por Pere Navarro, 139 personas perdieron la vida en accidentes al no llevar el cinturón de seguridad.
2. Usar el teléfono móvil
Es el hábito al volante más común. De hecho, la DGT señala que uno de cada cinco conductores lo emplea mientras conduce. Su uso provoca una distracción que puede ser fatal para el conductor y el resto de usuarios de la vía. Por eso mismo, la última reforma de la ley de Tráfico ha endurecido la multa por usarlo: 200 euros y la detracción de seis puntos del carnet de conducir. Sólo podrá manipularse si se dispone de sistema de manos libres homologado que permite al conductor mantener las dos manos en el volante y la atención en la conducción.
3. Circular sistemáticamente por el carril izquierdo
En aquellas vías fuera de poblado, el Reglamento General de Circulación (RGC) establece que tenemos que circular por el carril de la derecha. De este modo, para efectuar maniobras de adelantamiento o para dejar paso a vehículos que salen de los carriles de aceleración hay que usar los carriles central e izquierdo. No obstante, son muchos los conductores que sólo usan el carril central o el izquierdo, provocando retenciones y llegando a crear situaciones de riesgo para la seguridad vial.

4. No respetar la distancia de seguridad
Junto al uso ‘exclusivo’ del carril central o izquierdo, se suma el mal hábito al volante de no respetar la distancia de seguridad. No haciéndolo, no podremos detener el vehículo a tiempo en caso de emergencia, provocando una colisión por alcance con el vehículo de delante. Según los datos de la DGT, en 2023 hubo 117 fallecidos por colisiones de este tipo. El RGC estipula que se debe dejar una distancia de, al menos, 100 metros, o cuatro segundos de intervalo entre coche y coche. Algunas carreteras cuentan con marcas para ayudar a conservar la distancia de seguridad.
5. Realizar ‘la culebra’ entre carriles
Precisamente, los ‘abonados’ al carril izquierdo y/o central pueden provocar situaciones tan peligrosas como el zigzag entre carriles por parte de conductores impacientes. Del mismo modo, puede provocar situaciones de mucho riesgo, con frenadas fuertes y colisiones por alcance. El RGC indica que cualquier maniobra debe señalizarse de forma previa, y además, sin molestar al resto de usuarios de la vía. El citado documento indica que debe hacerse siguiendo la regla RSM -retrovisor, señalización-maniobra-.
6. Llevar tus neumáticos con una presión incorrecta
Los neumáticos son unos de los elementos más importantes del vehículo. De ahí que su mantenimiento sea clave para circular con las máximas garantías de seguridad. Su incorrecta presión, dependiendo de las circunstancias es uno de los malos hábitos al volante más comunes a este respecto. Es necesario revisar la presión de forma periódica y adecuarla a las cifras que proporciona el fabricante. No se puede llevar la misma presión con el coche vacío que totalmente cargado. Además, una presión incorrecta altera la estabilidad del vehículo, su distancia de frenado o el consumo del mismo.
7. No extremar la precaución en los pasos de peatones
Al aproximarse a un paso de cebra de no basta con reducir la velocidad, sino que es necesario poner los cinco sentidos y anticiparse para evitar atropellos. Se trata de una de las malas prácticas al volante más peligrosas. Para que te hagas una idea, en 2022 se produjeron un total de 11.500 accidentes con peatones implicados, de los cuales 213 fallecieron y otros 1.400 tuvieron que ser trasladados al hospital con heridas graves.

8. Conducir sólo con una mano en el volante
Se trata de otro de los malos hábitos al volante más frecuentes. Conducir con una sola mano puede provocar un tiempo de reacción más lento ante una eventualidad en carretera, así como una maniobra incorrecta para, por ejemplo, realizar una esquiva. Además, en caso de accidente, llevar una única mano en el volante puede tener consecuencias fatales: posible fractura de muñeca a causa de la activación del airbag. La posición correcta debe ser con las dos manos en la posición de las 10:10 de las agujas del reloj y con los brazos ligeramente flexionados.
9. Usar indebidamente el punto muerto
El punto muerto sólo debe usarse cuando el vehículo está prácticamente detenido. Existe un mal hábito al volante que consiste en poner el punto muerto mucho antes de aproximarse a un semáforo. Esto provoca que el coche, en caso de emergencia, no tenga retención alguna, lo que puede suponer un enorme riesgo para el resto de usuarios de la vía o los peatones. Además, el uso continuado del punto muerto provoca un desgaste prematuro de los frenos del coche. En estas circunstancias, lo mejor es aprovechar la retención del motor e ir reduciendo marchas, así como usar el freno, para detener el coche de forma segura para nosotros y el resto de usuarios.
10. Hacer un mal uso de los intermitentes
Los intermitentes son los grandes olvidados y unos de los malos hábitos al volante que más siniestros puede causar. Hay que usarlos siempre que se vayan a realizar maniobras de adelantamiento -y para volver al carril, también-, cambios de carril o giros, para indicar la salida de una rotonda… Pero lo cierto es son pocos los conductores que los usan de forma correcta. De acuerdo a un estudio realizado por Autopistas en 2022 donde se analizó el comportamiento de los conductores, tan sólo el 33% de los turismos señalizó correctamente la maniobra de adelantamiento.
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