Renovar el carnet de conducir en nuestro país es una acción que debes hacer, hasta que cumplas los 65 años, cada decenio. Y, a partir de que cumplas esa edad, legalmente deberás renovar tu permiso cada 5 años. Estos son los plazos legales para los turismos y los permisos más habituales, pero ojo, porque para otros carnets, los plazos se reducen: así, el plazo de renovación para los permisos C1, C1 + E, C, C + E, D1, D1 + E, D y D + E es de cinco años mientras su titular no cumpla los 65 años y, de tres años a partir de esa edad.
España, de acuerdo a la evolución de su pirámide poblacional es, cada vez más, un país de conductores mayores. No en vano, se calcula que en España hay un millón de personas que conducen con edades comprendidas entre los 65 y 69 años, cerca de 700.000 conductores que utilizan el coche con edades de entre 70 y 75 años y hasta aprox. 500.000 automovilistas que siguen circulando habiendo cumplido los 76 o más años.
Edades aparte, realmente la posibilidad de renovar el carnet o no vendrá dada por tu estado físico y de salud, algo que se comprueba en un examen psicotécnico a realizar en cualquiera de los Centros de Renovación de Conductores o CRC que existen en España. De esta forma, si acudes a uno de ellos, realizarán todos los trámites por ti y, si eres apto, solicitarán la renovación de tu permiso.
Ah, y recuerda que puedes solicitar la renovación de tu carnet hasta tres meses antes de que este caduque; recuerda también hacerlo con un plazo suficiente para que tu permiso no pierda validez, ya que conducir con un carnet caducado supone 200 euros de multa.
Como hemos visto, lo importante a la hora de renovar tu permiso es que estés en un buen estado físico y mental, que te permita ponerte a los mandos de un vehículo sin poner en riesgo tu seguridad y la de otros usuarios de la vía. Pero, lamentablemente, esto no siempre ocurre…y la edad y las enfermedades pueden afectar a tu rendimiento como conductor, lo que Tráfico tendrá en cuenta a la hora de renovar tu permiso o no. En este artículo analizamos las enfermedades que pueden hacer que no renueves tu permiso pero, más allá de ellas, existen una serie de signos que deberías tener en cuenta a la hora de plantearte seguir conduciendo.
10 signos que deberías tener en cuenta para considerar dejar de conducir
En concreto, estos signos, que señala la empresa de seguros on-line para coches y motos Cleverea, tienen que ver con nuestro estado físico, sobre todo en cuestión de reflejos y de capacidad de concentración; pero también sobre el correcto funcionamiento
1. El resto de conductores te pita demasiado
Este hecho puede indicar que estás conduciendo de forma incorrecta, ya sea cometiendo una infracción o un descuido concreto; o bien a una velocidad no adecuada a la vía. Debería inducirte a examinar tu conducción.
2. Te pierdes realizando trayectos conocidos
Ojo, un despiste al volante lo tiene cualquiera, y puede venir dado por una pérdida de atención mientras hablamos con nuestro acompañante o porque sufrimos alguna enfermedad que la reduce, como la dislexia (que afecta hasta al 15% de la población). Pero si estas pérdidas se vuelven comunes, ojo, porque pueden ser síntoma de un deterioro cognitivo aún no diagnosticado.
3. Cada vez tienen más sustos, roces, pequeños golpes…
Este tipo de incidentes implica una pérdida de atención, de reflejos o de capacidad de atención y concentración al volante.
4. Los peatones, los ciclistas u otros coches salen “de repente”
Ojo, porque puede suponer una pérdida de reflejos general. Además, si tienes incidentes con peatones en los pasos de cebra podría implicar una pérdida de visión lateral: si son frecuentes, acude al oftalmólogo.
5. Sufres alguna pequeña salida de la vía
Atento, porque un sobreesfuerzo a la hora de concentrarse en la conducción puede suponer episodios de cansancio y fatiga, lo que puede suponer fallos a la hora de mantener el vehículo en un carril o en la vía.
6. Estrés en la carretera
Controla tu nivel de estrés durante la conducción. A poca gente le resulta indiferente conducir con mucho tráfico, claro; pero debes vigilar si acciones habituales, como tomar una rotonda y abandonarla correctamente o incorporarte a una vía desde un carril de aceleración pasa a provocarte demasiado estrés.
7. Distracciones al volante
Pasarte un desvío, no hacer caso a las indicaciones, superar la velocidad límite de la vía… indica que vas distraído al conducir. Examina si se trata de una distracción puntual o debida a una cuestión concreta o si es general; en este último caso, mucho cuidado.
8. Dificultad o lentitud en los movimientos de la conducción
Atento a dificultades o a dolores en los movimientos que se han de efectuar para conducir: giro de cuello, movimientos en las manos, flexión de rodillas… Te recomendamos algunos ejercicios para relajar los músculos antes y después de conducir, pero un problema en uno de los movimientos citados debería llevarte a ver al médico; varios, a plantearte dejar que otros conduzcan por ti.
9. Problemas de visión nocturna
4 de cada 10 conductores españoles no se siente cómodo conduciendo de noche; y es que la visibilidad, lógicamente, no es la misma que durante el día. Pero si de repente notas una caída en tu visión o problemas serios (falta de adaptabilidad a cambios de luz, mayor sensibilidad a luces y faros, brillos en la retina…), acude al oftalmólogo y considera dejar de conducir de noche.
10. Aumento de las multas
Puede ser un signo muy concreto de pérdida efectiva de atención y/ o de reflejos. Por eso, si no puedes achacar esas cuestiones a alguna causa concreta, plantéate si aún resultas un conductor apto y seguro.
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