En los últimos meses hemos visto como ciudades españolas como Madrid u Oviedo se han visto obligadas a activar el protocolo anti-contaminación debido al mal estado del aire. Tanto es así que, según el análisis realizado por la Asociación de Empresas Gestoras de Transportes Colectivos Urbanos (ATUC), un tercio de los ciudadanos españoles respira un aire contaminado perjudicial para la salud.
El tráfico rodado es el causante del 70% de las emisiones de NO2 (dióxido de nitroso) en las ciudades y que afecta principalmente al sistema respiratorio. Ciudades como Madrid ya han aprobado un nuevo protocolo de actuación más exigente en caso de elevados niveles de contaminación.
La importancia del transporte público
El uso del transporte público evita la emisión de hasta 5 millones de toneladas de CO2 al año según los datos de ATUC, lo que lo convierte en una de las opciones más recomendables para mejorar la calidad del aire. Tan sólo un autobús equivale a 50 coches, cifra que sube hasta los 400 vehículos en el caso del metro.
Aunque el transporte público también expulsa a la atmósfera elementos nocivos, ATUC recuerda que estas emisiones son siempre menores que las que provocaría el trafico que logra eliminar. Los gestores ya están trabajando para conseguir flotas de transporte más sostenibles.
