El Volkswagen Polo es uno de los coches más vendidos en España. De hecho, en lo que va de año se han matriculado 21.515 unidades -es el octavo modelo de mayor éxito comercial en nuestro país-. Pero Volkswagen quiere más y pretende conseguirlo con la nueva y sexta generación de su modelo urbano. Para enseñarnos sus virtudes nos ha dejado conducirlo desde Pamplona a San Sebastián, y lo cierto es que nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Seguidamente comentamos los aspectos que más nos han gustado del nuevo Volkswagen Polo:
Empaque
A pesar de estar construido sobre la plataforma MQB A0, una variante más contenida de la famosa MQB, el nuevo Volkswagen Polo se siente realmente estable. Su paso por curva es muy aplomado y circulando a velocidades legales llega a sentirse incluso como un coche del segmento inmediatamente superior.
Espacio atrás
Como suele ser habitual en un coche de su categoría, la fila de asientos posterior se siente demasiado pequeña para tres pasajeros. Pero dos irán a sus anchas, tanto por espacio para las piernas como para las cabezas. Y es que hasta adultos que superen por poco los 1,90 m no tendrán problemas con un techo demasiado bajo.
Suspensión
Suele pasar que un tarado de suspensión que permita filtrar las irregularidades del asfalto de manera notable implique un balanceo excesivo de la carrocería en las curvas. Sin embargo, en este punto el nuevo Volkswagen Polo obtiene un sobresaliente, con un compromiso excelente entre estabilidad y comodidad.
Equipamiento tecnológico
Ya desde el nivel de equipamiento Edition, el más básico, el Volkswagen Polo 2017 incluye de serie elementos como el sistema de frenada automática de emergencia o el detector de peatones. Aun así, la joya de la corona es un Digital Cockpit -instrumentación digital- cuya claridad y sencillez resulta óptima.
Personalización
Como ocurre en el punto anterior, las posibilidades de decorar este modelo ‘al gusto’ son altas, como bien se puede ver en las imágenes del principal panel del salpicadero, el cual puede presumir de un tono colorido. Y es que en el segmento en el que compite cuenta mucho que un coche pueda ser ‘molón’.