Con el paso del tiempo, el número de accidentes de tráfico relacionados con el sistema de conducción autónoma de Tesla -Autopilot- no hace más que crecer. Lo cierto es que el último no se ha llevado víctimas, como sí ocurrió a finales del mes pasado, pero aunque afortunadamente no hay que lamentar pérdida de vidas, los daños materiales causados al vehículo son cuantiosos.
El suceso tuvo lugar cuando el Model X protagonista de esta noticia dejó de detectar las líneas de la calzada y se salió del carril, chocando contra el quitamiedos. Esto no habla precisamente bien del conductor, pues Tesla ha avisado infinidad de veces que el Autopilot está en fase beta y que en ningún caso hay que dejar de atender a la carretera. Además, el accidente se dio en una carretera secundaria, y no en una autopista, vía para la que está adaptado el sistema de Tesla. Asimismo, la línea divisoria de ambos carriles era poco visible, razón demás para extremar la atención.
Finalmente, el siniestro se saldó con aparatosas marcas en todo el lateral derecho y el frontal -el vehículo perdió hasta su rueda delantera derecha-. A pesar de todo, los ocupantes salieron por su propio pie, aunque después de afrontar el arreglo de su coche seguro que se lo piensan dos veces antes de conectar el Autopilot.
