El coche eléctrico está cogiendo cada vez más fuerza en el mercado del automóvil, pero para conseguir unas cifras de matriculaciones y ventas que se acerquen a los combustibles tradicionales aún queda mucho por mejorar. Quizás, uno de los puntos que hay que trabajar es lo relativo a las infraestructuras.
Precisamente en esta línea es donde ha decidido invertir Alemania, uno de los países más involucrados con la movilidad sostenible y que en los últimos meses está manteniendo una dura batalla contra los vehículos diésel. Así, la empresa Sortimo ha presentado su proyecto para construir en la localidad de Zusmarshausen, al oeste de Augsburgo, la mayor electrolinera del mundo.
Este nuevo espacio y hablamos de espacio porque no será solo una estación de recarga de coches eléctricos, sino que contará con múltiples servicios para amenizar la espera de los usuarios, contará con un total de 144 puntos de carga, pudiendo dar servicio a unos 4000 vehículos al día. Entre los 144 puntos de carga de esta gigantesca y moderna electrolinera habrá diferentes tipos; 24 puntos de recarga superrápida (350 kW DC) y 120 puntos de carga rápida (50 kW DC).
Según los cálculos de la empresa, la puesta en marcha de esta estación de carga supondrá un consumo de energía de 240 MWh por día o 88 GWh por año. El ahorro de combustible apuntado por Sortimo será de unos 29,5 millones de litros y la reducción de CO2 se dispara hasta alcanzar casi 60.000 toneladas por año.
