Preparar un coche tan exclusivo como el Range Rover Supercharged no parece una tarea fácil, pero los diseñadores e ingenieros del preparador de lujo italiano Ares Atelier han sabido coger toda la esencia del todoterreno británico y darle su toque personal sin que por ello parezca ostentoso.
De esta forma, tanto el interior como el exterior han sido tratados a conciencia para acabar dando este resultado. La fibra de carbono ha sido, como no, el elemento predominante en esta transformación al ser utilizado en ambos paragolpes, en la parrilla delantera y en los faldones laterales. Para dotar al Range Rover de un aspecto más bestia se le incluyen unas llantas de 22 pulgadas ultraligeras –aunque el cliente también puede solicitar, si quiere, unas de 23?-.
Las modificaciones externas continúan con una doble salida de escape hecha en titanio, y salidas de aire laterales con inserciones personalizadas. En el habitáculo, el panel frontal del salpicadero, de las puertas y parte del volante ha sido fabricado en madera tallada a mano, mientras que los asientos están revestidos en cuero Nappa de alta calidad.
Pero no sólo de diseño vive Ares, sino que también son capaces de coger la unidad de potencia y aumentar, aún más, las características técnicas del modelo que están tratando. Así, en este Range Rover Supercharged, su motor V8 de 5.0 litros pasa de los 510 CV de serie a los 600 CV y de los 625 a los 700 Nm de par gracias a lo cual, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5 segundos -0,4 menos que el Supercharged ´normal´- y lograr una velocidad máxima, limitado, de 265 km/h, 40 km/h más. Es decir, toda una declaración de intenciones de lo que todavía puede mostrar este TT inglés.
