Por norma habitual, con el parón veraniego de agosto, la mayoría de los equipos de Fórmula 1 finalizan el desarrollo de sus monoplazas y comienzan a centrar sus esfuerzos en la próxima temporada.
Durante septiembre y octubre, aún reciben algunas piezas nuevas desarrolladas previamente, algo que veremos en el próximo GP de Estados Unidos, pero el grueso del trabajo en el túnel de viento y la simulación computacional (CFD) se destina a los monoplazas del siguiente año. Este proceso, que puede durar varios meses, es fundamental para diseñar un monoplaza competitivo.

Uno de los equipos que ya ha iniciado este proceso de cara a 2025 es Aston Martin. Con la frustrante certeza de que terminarán la temporada 2024 en quinta posición en el campeonato de constructores, la escudería británica ha decidido concentrar sus esfuerzos en la creación del AMR25, el monoplaza con el que Fernando Alonso y Lance Stroll competirán el próximo año.
El Aston Martin AMR25, en proceso de desarrollo
El AMR25 ya está siendo evaluado en las herramientas de simulación del equipo, como ha confirmado Tom McCullough, director de rendimiento de Aston Martin.
«Estamos en la fase de entrega en el túnel de viento y CFD. En esta etapa del año, te dedicas a hacer las grandes cosas arquitectónicas que podrían ser diferentes para el coche del próximo año», explica McCullough, refiriéndose al desarrollo del chasis, las suspensiones y otros elementos mecánicos clave del monoplaza.
En esta fase inicial, las decisiones que se toman sobre la arquitectura del coche son cruciales, ya que determinan las bases para las mejoras aerodinámicas y de rendimiento que vendrán en las próximas semanas.
McCullough enfatiza que este es un momento clave: «Es en ese punto donde el enfoque de desarrollo del túnel de viento es pesado. Pero tomas muchas decisiones sobre todo el diseño del coche, la dinámica del vehículo, la suspensión».

Aston Martin está teniendo una temporada 2024 irregular, con un coche que, aunque ha demostrado velocidad en algunas ocasiones, ha sufrido en cuanto a equilibrio y rendimiento dinámico en ciertas condiciones.
El AMR24 ha sido un coche rápido, algo que ha demostrado Alonso en algunas sesiones de clasificación, pero difícil de manejar, lo que también ha generado complicaciones. Es por ello que, en el desarrollo del AMR25, el equipo está haciendo un análisis exhaustivo para evitar repetir los mismos errores.
«Todavía se puede hacer mucho en el coche del año que viene», asegura McCullough. «Hay que entender las limitaciones del monoplaza de este año y tratar de abordar la mayor cantidad de ellas, ya sean mecánicas, aerodinámicas o cualquier otra cosa». El ingeniero de Aston Martin insiste en la importancia de aprender de los fallos del pasado para construir un coche más equilibrado y competitivo para 2025.
La temporada 2025 no sólo representa un nuevo reto para Aston Martin, sino también una oportunidad para consolidar el trabajo realizado en los últimos años. Sin embargo, 2026 aparece como un año crucial para la Fórmula 1, ya que el nuevo reglamento técnico entrará en vigor, lo que marcará una revolución en el diseño de los coches.

A partir de enero de 2025, los equipos podrán comenzar el desarrollo de los monoplazas de 2026, lo que plantea una dificultad adicional: ¿Cómo equilibrar el desarrollo de dos coches al mismo tiempo?
Muchos equipos priorizarán 2026 sobre 2025, y Aston Martin no será la excepción. McCullough lo tiene claro: «Esta es la verdadera fase clave. El año que viene todavía serán coches muy diferentes (a los de 2024). Van a ser evoluciones de los actuales, pero todo el mundo está tratando de conseguir grandes avances». Por tanto, aprovechar al máximo el último trimestre de 2024 para avanzar en el coche del próximo año será fundamental para competir al más alto nivel en 2025.
La llegada de Adrian Newey y el rol de Fernando Alonso
Otro factor que añade un componente de interés para el futuro de Aston Martin es la llegada de Adrian Newey, uno de los ingenieros más exitosos en la historia de la Fórmula 1.
Tras casi dos décadas en Red Bull, donde cosechó una gran cantidad de éxitos, Newey se une a Aston Martin con la vista puesta en 2026. Sin embargo, su impacto podría sentirse antes, aunque según Fernando Alonso, dependerá de si están en condiciones de luchar por el título en 2025.
“No lo creo. Me gustaría decir que sí, pero no lo creo. En marzo de 2025 creo que el foco va a ser 2026, ese cambio de normativa. Él empieza en marzo y hasta que encuentras tu sitio en la fábrica, conoces a todo el mundo… ya será abril o mayo. No creo que haya que pasar mucho tiempo en el coche de 2025, a menos que estemos luchando por el campeonato«, asegura Alonso.

El piloto asturiano está convencido de que 2026 será el primer año en el que Newey tendrá una influencia directa en el diseño del monoplaza, pero no descarta que el AMR25 pueda beneficiarse de su llegada si el equipo se encuentra en una posición competitiva el próximo año.
Además, Alonso destaca un avance clave que podría marcar un antes y un después en el rendimiento del equipo: la disponibilidad de su propio túnel de viento. «Hasta ahora, usábamos el de Mercedes con limitaciones de tiempo y tener el nuestro y poder usarlo en el momento en el que se necesite, supondrá un gran salto hacia delante».
Síguenos en nuestras redes X, Facebook, TikTok e Instagram, o en nuestro canal de YouTube donde te ofrecemos contenidos exclusivos. Y si te apuntas a nuestra Newsletter recibirás las noticias más destacadas del motor.