Hace más o menos un año conocíamos al prototipo de hyperdeportivo que desarrollarían conjuntamente Aston Martin y Red Bull. Su nombre inicial fue el de Aston Martin AM-RB 001, y varias semanas atrás descubrimos el modelo definitivo, llamado Aston Martin Valkyrie. Se trata de un vehículo a medio camino entre un coche de calle y un Fórmula 1 -de donde hereda muchas de sus características- que tiene a marcas como Koenigsegg o Pagani entre su punto de mira. En cualquier caso, la escasa producción de 150 unidades ya ha colgado el cartel de ´todas vendidas´.
Pues bien, a día de hoy te traemos las imágenes prácticamente definitivas de este modelo. En su diseño están patentes las influencias de la competición, con líneas que difícilmente podrían ser más aerodinámicas y recargado con multitud de entradas de aire, alerones delantero y trasero y un prominente difusor posterior. Sus pasos de ruedas también dejan entrever que la prioridad de este coche ha sido el rendimiento aerodinámico en pos de un comportamiento y una rapidez nunca vistas. Las llantas también ponen su ´granito´ de arena en este sentido, con unas formas la mar de extrañas que se desmarcan de lo común.
La cabina es lo más extrema en cuanto a competición de un automóvil homologado para circular por la vía pública. A ella se accede a través de unas puertas que se despliegan hacia arriba, y en su habitáculo cualquier concesión al confort es pura casualidad. Un volante propio de la Fórmula 1, con display y controles incluidos, y algunas pantallas más es todo lo que incluye para informar al conductor. A eso hay que sumar dos botones en donde debería ir el cambio de marchas -lo cual nos indica que incorpora un cambio automático con las levas integradas en el volante-. Y es que la forma de los asientos, que disponen de arneses de cuatro anclajes, pertenece al propio chasis.
Por último, el propulsor. Es lo más emocionante de este Aston Martin Valkyrie a pesar de todo lo comentado anteriormente, y eso que su interior parece el de un caza de combate. Utiliza un motor V12 de 6.5 litros desarrollado por Cosworth que entrega una potencia de aproximadamente 1.000 CV. Con ello, este modelo consigue una relación entre peso y potencia de 1:1, algo reservado a ´la crème de la crème´. La marca asegura que el coche está terminado a un 95% y las primeras entregas se estiman para principios del año que viene.
