Hemos viajado hasta Múnich para conocer de primera mano el Audi RS Q3 Sportback. Y lo que hemos encontrado allí nos ha encantado. El motivo fundamental de esta primera impresión tan positiva se encuentra bajo el capó: 400 CV y 480 Nm «de los de verdad», procedentes del nueve veces consecutivas Engine of the Year 2.5 TFSI, un pentacilíndrico transversal, en línea, sobrealimentado por turbocompresor.
En una nueva «vuelta de tuerca», el bloque de 2.480 centímetros cúbicos y carrera larga aumenta un 17 % su rendimiento respecto a la generación precedente y promete entregar su par máximo a un intervalo de entre 1.950 y 5.850 revoluciones por minuto, un amplio rango que nos invita a creer que esta evolución del 2.5 TFSI mantendrá la legendaria progresividad de las versiones precedentes, pero con un plus de nervio.
De cero a 100 km/ en 4,5 segundos
Ese plus es el que permite al Audi RS Q3 pasar de cero a 100 km/h en 4,5 segundos y desarrollar una velocidad máxima limitada a 280 km/h (de forma opcional, ya que el límite estándar son 250 km/h). Obviamente, extraer más potencia sin perder elasticidad no ha sido tan sencillo como reprogramar la ECU del motor, sino que ha obligado a modificar numerosos elementos mecánicos.
Y, ya que rediseñamos el motor para sacar su quintaesencia, por qué no hacerlo un poco más ligero… y quien dice «un poco», dice veintisiete kilos más ligero, algo fundamental en un motor que hasta ahora se fabricaba en hierro reforzado por grafito vermicular y que va literalmente colgado por delante de un eje delantero cuyas torretas, por cierto, están sólidamente unidas.
Así, el bloque pasa a ser ahora de aluminio, y su rediseño ha permitido reducir drásticamente (seis milímetros) el tamaño de los apoyos y de los cojinetes de fricción del cigüeñal (que ahora es hueco) para minimizar los rozamientos y las inercias.
Con este mismo objetivo, las camisas de los cilindros están recubiertas de plasma, lo que ha hecho aconsejable mejorar también las cabezas de los pistones (de aluminio), que cuentan ahora con canales integrados para favorecer su refrigeración mediante el aceite lubricante del motor. Y, ya que hablamos de refrigeración, un detalle más: la bomba de agua se desconecta cuando el motor está frío para acelerar la fase de calentamiento, lo que no solo mejora la eficiencia del propulsor, sino que redunda en la reducción de sus emisiones.
Tracción total quattro y llantas de hasta 22 pulgadas
Como no podía ser de otro modo, la caja automática de dos embragues y siete relaciones se acopla a un sistema de tracción total permanente, con un embrague de discos actuando como diferencial interaxial. Hay un escape deportivo opcional, ajustes específicos para la dirección (de asistencia variable) y nuevos componentes en las suspensiones, que incluyen muelles acortados en un centímetro, un triángulo inferior reposicionado a menor altura en el caso del tren delantero (McPherson), vías ensanchadas y llantas de 20 o 21 pulgadas.
La unidad que pudimos «escudriñar» llevaba montadas estas últimas llantas con neumáticos Continental SportContact 6 en medida 255/35-21 XL 98Y. Los responsables del producto nos confesaron que se han homologado también unas cubiertas de Hankook en esta misma medida, mientras que la llanta de 20 pulgadas calzará ruedas firmadas por Bridgestone.
La unidad que pudimos ver en Múnich estaba pintada en un espectacular verde Kyalami, uno de los colores específicos del vehículo (junto con el gris Nardo), y decorada con molduras negras brillantes, que son el acabado estándar y que pueden reemplazarse por otras acabadas en aluminio. Los logotipos de Audi y del acabado RS pintados también en negro brillante son opcionales.
En vivo, el paquete aerodinámico resulta realmente espectacular, a pesar de que el ensanchamiento de la carrocería es muy discreto, de solamente 10 milímetros. Hay que destacar que el alerón trasero es plenamente funcional, diseñado para compensar las fuerzas ascendentes a alta velocidad.
Los faros matriciales led con fondo negro montados por esta unidad son nuevamente una opción, así como los frenos carbono-cerámicos, de 380 milímetros de diámetro en el tren delantero y de 310 mm en el trasero, necesarios para des-limitar la velocidad máxima hasta los 280 km/h.
Interior a la carta
En el interior encontramos unos espectaculares asientos delanteros con reposacabezas integrados, abundantes superficies revestidas en Alcantara, un cuadro de mandos digital con un diseño específico y un volante deportivo en el que se ubica un pulsador rotulado ‘RS’, que permite conmutar entre dos modos de conducción configurables (RS1 y RS2), que sustituyen al tradicional modo Individual.
Opcionalmente podemos pedir un cuadro de mandos digital aún más grande, con indicadores luminosos de cambio de marcha. También se puede elegir el color de los paneles de las puertas, el de los pespuntes y el material en el que están acabadas las molduras interiores.
El Audi RS Q3 Sportback llegará al mercado a finales de 2019, con un precio de salida de 76.050 euros. Por el momento no se ha anunciado la llegada de un Audi RS Q3 Sportback Performance, pero, dadas las profundas modificaciones efectuadas en el motor, no nos extrañaría que Audi tenga guardada una evolución con buen puñado de caballos extra.
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