Prueba del Audi SQ2: SUV y deportivo es posible

Eduardo Alonso
Eduardo Alonso
Tanto nos convenció el Audi SQ2 en la primera vez que nos pusimos a su volante, que hemos considerado volver a probarlo para revivir, y para 'recontarte', qué se siente a sus mandos.

Fue presentado en 2016 basado en la primera generación de la plataforma MQB del Grupo Volkswagen. El Audi Q2 se lanzaba como un SUV más bien urbano pero con cualidades muy polivalentes. Siete años después sigue a la venta en la misma forma, aunque con pequeñas evoluciones.

En su gama encontramos un par de versiones de gasolina y otras tantas diésel entre 110 y 150 CV. Por encima, el SQ2 se posiciona como la versión deportiva de este modelo, que es la que nos ocupa hoy. Fue lanzado a finales de 2018, por cierto.

Y SUV deportivos hay muchos, pero SUV deportivos que trasladen esa deportividad estética a la conducción, no tantos. Se me ocurren el Cupra Ateca, el Hyundai Kona N o, ya a mayor nivel, el Porsche Macan GTS. Alguno se me olvidará, pero no creas que hay muchos más.

Cómo es el Audi SQ2

Y metería al SQ2 en ese club. No es un deportivo rabioso, no nos equivoquemos, pero dentro de la idiosincrasia de un SUV, el SQ2 cumple muy bien en términos deportivos. Cuenta con el fantástico motor 2.0 TFSI de 300 CV con transmisión S-Tronic de siete velocidades y tracción total de eje trasero conectable. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y no se dispara en consumo: 8,3 L/100 km. Casi un año después de probarlo por primera vez, me era difícil declinar ahora hacerlo una segunda.

Audi SQ2 motor

Estéticamente resulta bastante discreto, aunque gana belicosidad con el paquete Black Edition diseñado para el mercado español, que colorea en negro muchas partes, como puedes apreciar en las fotos. La carrocería es compacta, con 4,22 metros de largo, 1,80 metros de ancho y 1,49 metros de alto.

Dentro presenta la antigua arquitectura de Audi, la cual a mi juicio conformó uno de los mejores interiores del mercado en lo que respecta a intuitividad y agrado de uso. Todo está en su sitio, todos los botones tienen un tacto fantástico y no hay nada táctil. Ni siquiera la pantalla central de 8,3″ lo es, requiriendo para su manejo recurrir al módulo de mandos ubicado en la consola del túnel central, el cual funciona a las mil maravillas.

Audi SQ2 salpicadero

Por supuesto, por calidad raya a un elevado nivel con respecto a la competencia. Mucho plástico blando, guarnecidos robustos y tejidos con la apariencia de que van a envejecer bien. Por habitabilidad no merece más que el aprobado, aunque tampoco es un punto deficiente. Algo parecido sucede con el maletero, que cubica unos discretos 355 litros de capacidad, cincuenta menos que los Q2 sin tracción total.

Cómo va el Audi SQ2

Corre, suena y transmite la tensión idónea, especialmente en el modo de conducción Dynamic. Incluso se siente ligero y compactado a pesar de sus 1.535 kg de peso. Cambia de trayectoria con bastante instantaneidad favorecido por una dirección notablemente directa.

Audi SQ2

De todos modos, la experiencia gira en torno al motor, que ofrece una respuesta concluyente en todo el rango de revoluciones. Aporta 300 CV de potencia y 400 Nm de par que se despliegan de forma muy progresiva desde 2.500 rpm culminando con un buen punch entre 5.000 y 6.500 rpm. Entretanto, la caja S-Tronic traga marchas a toda velocidad e, incluso, se muestra no demasiado reticente a las reducciones agresivas cuando la manejas de forma manual mediante las levas del volante.

Mejoraría, en mi opinión, con unos neumáticos de corte deportivo, pues los Bridgestone Turanza T005 que monta son de uso demasiado polivalente para un coche de cualidades deportivas, lo que asociadamente significa que no permite que la expresividad del vehículo, ya de por sí algo escondida, reluzca cuando conduces rápido por una carretera revirada.

Audi SQ2

Los frenos también son otro aspecto susceptible de mejora porque el SQ2 no lleva pinzas monobloque, aunque a decir verdad cumplen de forma aceptable en carretera abierta y ofrecen un tacto preciso al pedal.

Cuánto cuesta el Audi SQ2

Barato no es, pero tampoco lo son sus alternativas. Cuesta 55.970 euros que sobrepasan ampliamente los 60.000 euros con suma facilidad a poco que añadas algo de equipamiento opcional, como es el caso de esta unidad. Sus máximos rivales son el Volkswagen T-Roc R y el Mini Countryman JCW, que precisamente comparamos aquí. Con el primero comparte casi todo y resulta un poco más competitivo en términos de habitabilidad, aunque también es sensiblemente más caro: 57.045 euros.

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El Mini Countryman John Cooper Works cuenta con un motor 2.0 turbo de 306 CV y sale por 56.680 euros. Es probablemente su máximo rival tanto por concepto como por precio e, incluso, por enfoque dinámico. Y si quieres gastar un poco menos a la vez que conducir un SUV deportivo que destaca por sensaciones, entonces renuncia al universo premium e invierte 46.000 euros en un Hyundai Kona N de 280 CV.

Pero el Audi SQ2 es un muy buen SUV deportivo para todo. Corre mucho, dinámicamente es mesuradamente emocionante, destaca en calidad, aprueba por amplitud interior y, en uso normal, lo que quiere decir que no te preocupes demasiado por practicar una conducción eficiente, gasta unos razonables 9,5 L/100 km en ciclo combinado.

 

Audi Q2

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